El Banco Central de Rusia mantiene la calma ante la caída del rublo
La depreciación del rublo ruso, que ha caído esta semana hasta un nuevo mínimo histórico ante el euro, incrementa el nerviosismo de los inversores, mientras que el Banco Central de Rusia (BCR) no ve amenazas para la economía nacional.
"No es que el rublo se haya debilitado, sino que son el dólar y el euro los que han subido ante las divisas de los mercados en desarrollo", explicó recientemente la jefa de la entidad emisora, Elvira Nabiúlina en el programa de televisión "Pózner".
Nabiúlina alegó que "a día de hoy, EEUU se aproxima al nivel estable de crecimiento. Vemos una redistribución y fuga de capitales de los mercados en desarrollo".
Y recordó: "Nuestro rublo es la divisa de mercado así que su costo no es determinado por las autoridades sino que va formándose bajo los factores de mercado".
Sin embargo, la jefa de la entidad emisora dejó claro que el BCR no renunciará a la política de intervenciones en el mercado de divisas: "éstas permanecerán para mantener la estabilidad financiera".
Mientras, el ministro de Finanzas de Rusia, Antón Siluánov, ha declarado que la situación actual del rublo responde a las políticas del BCR y de las autoridades financieras del país de propiciar un tipo de cambio más flotante y que calificó de "absolutamente correctas".
El rublo ruso batió el récord de su caída histórica ante la divisa común europea al cotizarse el pasado 29 de enero a 48 unidades por euro en la bolsa interbancaria de Moscú.
El nuevo mínimo histórico se registró poco después de que el BCR fijara en 46,89 rublos por euro la paridad oficial.
La moneda rusa también continuó su depreciación en la bolsa ante el dólar estadounidense que ascendió el pasado miércoles a 36,37 rublos, nivel psicológico no visto desde los índices de febrero de 2009, época de la crisis financiera.
De este manera, la depreciación de la moneda rusa ante el dólar constituyó entonces un 8 por ciento.
A principios de este mes, el BCR, que planea dejar el rublo en libre flotación a partir de 2015, anunció haber reducido sus intervenciones en el mercado de divisas, lo que según los expertos explica en parte la fuerte depreciación de la moneda rusa.
Por otro lado, la agencia de calificación de riesgos Fitch informó de que con el objetivo de mantener el rublo, Rusia ha gastado desde abril del año pasado unos 28.600 millones de dólares frente a los 5.400 millones de inyecciones del año anterior.
Según la prensa rusa, a raíz de la brusca caída del rublo, el CBR vendió divisas por valor de 35.550 millones de rublos, el pasado 27 de enero, mientras que al día siguiente lo hizo por un monto de 13.840 millones y el miércoles batió el récord del año 2011 con las inyecciones de 58.110 millones.
Además de los factores externos de presión sobre la moneda rusa, los analistas señalan riesgos internos, como los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi y los disturbios en Ucrania.
"Un suave debilitamiento del rublo ante el dólar y el euro ya empezó a mediados del año 2013, pero desde principios de 2014 el ritmo de la caída se aceleró notablemente causando cierta preocupación entre la población", afirmó Daria Zhelánnova, subdirectora del departamento analítico de la empresa "Alpari", citada por el portal business-gazeta.ru.
Explicó que "el rublo reacciona a factores externos como la complicada situación económica en Europa, la ralentización del crecimiento en China, y el cierre del programa de la suavización cuantitativa del Sistema de Reserva Federal de EEUU, que apenas arrancó justamente en enero de 2014".
También atribuyó la brusca caída de la moneda rusa a la depreciación local del precio de petróleo alegando que el Brent se negocia en 107 rublos por barril.
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