El Principado culpa a la reforma laboral del PP del cierre de Coca-Cola

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha asegurado hoy que el cierre anunciado de la planta embotelladora de Coca-Cola de Siero sólo puede explicarse por la reforma laboral que puso en marcha el PP ya que no hay razones tecnológicas ni económicas que justifiquen esa decisión.

Fernández ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación tras presidir el acto del Día de Asturias en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, acto en el que ha estado acompañado por el consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre.

Ante el anuncio de Coca- Cola Iberian Partners de cerrar cuatro de sus once plantas embotelladoras de España, ente ellas, la de Colloto, que cuenta con 144 trabajadores, el jefe del Ejecutivo asturiano ha afirmado que se trata de "una deslocalización de libro".

"No hay causas tecnológicas o económicas que puedan justificar una decisión de este tipo", ha subrayado, tras recordar que se trata de un caso similar al que hace unos meses se produjo en la factoría gijonesa de Tenneco.

Fernández ha afirmado que tiene que achacar a la reforma laboral lo que esta pasando porque sin ella "es muy difícil que la multinacional tomase una decisión de esta naturaleza porque es una planta que gana dinero y que no tiene problemas tecnológicos".

En su opinión, son medidas organizativas que no se adoptan como consecuencia de pérdidas en la planta asturiana sino porque se han dado facilidades a las empresas "para favorecer este tipo de deslocalizaciones".

Ha añadido que los expedientes de regulación de empleo sí que tienen sentido para empresas que son inviables o que tienen dificultades objetivas, pero que en este caso el cierre anunciado para la embotelladora "no se inscribe en ese marco".

El ERE anunciado por Coca-Cola Iberian Partners afectará a 1.253 trabajadores de los que 772 serán despedidos y 481 se verán sujetos a medidas de movilidad con el cierre de cuatro plantas embotelladoras.

La medida dejará la plantilla en 3.063 personas y siete plantas embotelladoras, tras cerrar Madrid, Alicante, Palma de Mallorca y Asturias.

Entre los centros de trabajo más afectados, figura el de Madrid, con 404 afectados de un total de 749 puestos de trabajo fijos.

Le sigue la planta de Alicante donde, según la propuesta de la empresa, los implicados ascienden a 111, de las 153 personas que componen la plantilla; en Palma de Mallorca, serán 64 trabajadores de un total de 138 personas; y en la planta de Asturias, 87 de 102 trabajadores fijos.