Para estudiar, primero hay que aprender cómo hacerlo
El profesor y asesor en rendimiento escolar Fernando Alberca asegura que cuando un niño no estudia es porque "no sabe hacerlo", no porque sea "vago" o incapaz, y necesita aprender a estudiar "con autonomía, ilusión y entusiasmo".
Alberca desarrolla la fórmula para obtener mejores resultados académicos y la motivación de los estudiantes en su último libro, "Tu hijo a Harvard y tú en la hamaca" (Espasa), que "no se trata de un manual de técnicas de estudio, sino que busca de una forma moderna que el niño cambie la manera de ver las cosas".
En una entrevista con Efe, expone que cada niño tiene "todos los ingredientes" para sacar un rendimiento "fantástico" y conseguir hacer lo que quiera, y advierte de que la falta de lectura está muchas veces detrás de la falta de estudio.
"Pasar de suspensos a sobresalientes requiere poco tiempo y esfuerzos, sólo precisa saber cómo aprovechar y empezar bien", comenta este profesor de la Universidad de Córdoba, considerado como uno los mayores expertos en motivación, creatividad, conducta del niño y éxito escolar.
Recomienda afrontar el estudio con una actitud adecuada, que pasa por comprender los textos, para lo que es necesario aprender a "sintetizar y expandir".
El estudiante tiene que comprimir y "sacar la esencia" de la página que estudia, para sintetizarlo en un esquema con unas características concretas "que hacen que la memoria lo pueda grabar muy bien".
Explica que hay que contraer la información y jugar con ella, con ejercicios como jugar con las frases o relatar películas en dos minutos, que ayudan a los estudiantes a sintetizar y huir de la complejidad.
A la hora del examen, anima a hacer el ejercicio contrario, el de expandir el esquema para que "se abra la dosis memorizada", que es una cantidad pequeña de información que el estudiante tiene que desarrollar en la prueba.
Comenta que como profesor se encuentra con estudiantes que "saben la lección" pero no saben hacer exámenes, alumnos que tienen motivación para estudiar pero a los que les falta saber qué pasos dar para tener un buen rendimiento en el test, porque no saben expresar lo que han memorizado.
Para sacar buenas notas, la recomendación que da a los estudiantes es "no querer comerse la tarta de un único bocado, sino cucharita a cucharita. Yo les digo a mis alumnos que tienen que concentrarse en los próximos quince minutos, nunca en el examen que vendrá".
Asegura que todos los escolares que sacan malas notas merecen un profesor que les enseñe cómo salir de esa situación, que empieza a ser un "fracaso personal" y afecta también a la relación familiar.
Pero el experto señala también que el papel de los padres es "primordial" y tienen que exigir a sus hijos "con amabilidad y confianza", dar seguridad de que ellos pueden cambiar cualquier situación de sus notas.
Dirigiéndose a los padres de niños que suspenden, les recomienda que entiendan que sus hijos no estudian "porque están hartos de recibir la experiencia del fracaso", que mina su autoestima y sus posibilidades de motivación.
En cuanto a la situación de la educación en el país, el profesor sostiene que la escuela está diseñada "casi al revés" de lo que debería ser, "porque tenemos un sistema puramente evaluativo en el que apenas importa el aprendizaje del alumno sino el resultado de las pruebas".
"Yo empezaría por cuidar mucho mas la relación entre profesor y alumnos y concentrarse en que los niños aprendan a leer e interpretar los gestos, porque no están aprendiendo a leer", afirma.
Define el momento actual como el tiempo idóneo "para cambiar la forma de concebir los estudios" porque el sistema se ha roto no sólo en España, "sino en todo el primer mundo" y requiere una reforma que pase por la motivación.
María Salas.
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