Las ventas de automóviles japoneses en China aumentaron en 2013 pese a boicot
Las ventas de automóviles japoneses en China aumentaron en 2013 tras las fuertes pérdidas de 2012 y más de un año de boicot por parte del mercado chino, debido a las tensiones por la disputa territorial bilateral por la soberanía de las islas Diaoyu (Senkaku en japonés).
Las ventas de marcas japonesas como Toyota, Nissan y Honda, que empezaron a registrar un leve aumento interanual en mayo pero en los meses sucesivos volvieron a notar el boicot de muchos consumidores por el pulso diplomático y militar bilateral, mostraron síntomas de recuperación estables en noviembre.
Aunque algunos analistas ponen en duda que, dadas las tensiones políticas actuales, esta recuperación se pueda mantener sólidamente en los próximos meses, los resultados anuales que acaban de anunciar las firmas japonesas en China muestran al menos que sus cifras han retomado el camino del crecimiento durante el año pasado.
Las ventas de Toyota en China en 2013 marcaron, de hecho, el récord anual de la corporación japonesa en su país vecino hasta la fecha, con 917.500 unidades vendidas durante todo el año, un 9,2 por ciento más interanual.
Las de Honda crecieron otro 26,4 por ciento interanual, hasta las 756.882 unidades, y las de Nissan lo hicieron otro 17 por ciento interanual, hasta 1,27 millones de unidades en todo 2013, por encima incluso del objetivo que la firma nipona se había fijado de superar los 1,25 millones de vehículos vendidos el año pasado.
Con todo, este fuerte aumento, apoyado por el efecto estadístico de un enorme crecimiento de sus ventas durante el cuarto trimestre, se debe a que, desde que comenzó el conflicto, en septiembre de 2012, todas ellas sufrieron al quedarse con una "base de ventas extremadamente baja" durante bastantes meses.
Así lo valoró hoy Rao Da, secretario general de la semioficial Asociación de Fabricantes de Vehículos de Pasajeros de China, que presentó sus resultados anuales, y que recordó que en septiembre de 2012 las marcas japoneses registraron ventas un 40,8 por ciento menores que en septiembre de 2011.
La reciente visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe, al templo sintoísta y memorial de guerra tokiota de Yasukuni, donde están enterrados miles de militares japoneses incluidos 14 oficiales criminales de guerra, añade dificultades para las marcas niponas a la hora de combatir el boicot a los productos japoneses en China.
Según recoge hoy el diario oficial "China Daily", Honda aseguró a la prensa local que no ha visto un impacto, por ahora, tras el gesto de Abe, y que mantiene su objetivo de vender 900.000 unidades en China en 2014, un 19 por ciento más que en 2013.
El presidente ejecutivo de Toyota, Akio Toyoda, dijo recientemente que tratará de reducir la influencia de la tensión bilateral en sus ventas en China, donde planea vender 1,1 millones de coches en 2014.
Según Cui Dongshu, subsecretario de la asociación sectorial que encabeza Rao, incluso sin la disputa por las islas, las marcas japonesas estarían perdiendo mercado ante sus rivales directos alemanes y estadounidenses en el mercado chino.
Las marcas japonesas, dijo, "carecen de oferta de productos estratégicos en algunos campos, como la venta de primeros coches, o la penetración en ciudades del centro y el oeste de China", indicó.
"Si no son capaces de desarrollar nuevos productos que puedan competir a corto plazo con modelos alemanes y coreanos de gamas más bajas, la distancia entre los rivales aumentará", señaló Cui.
Su asociación anunció hoy que las ventas de vehículos de pasajeros en china crecieron un 17 por ciento en 2013, hasta 17,2 millones de unidades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.