El difícil reto de pagar todo lo debido
Reinhart y Rogoff defienden las reestructuraciones en un documento del FMI
Eso de no pagar todo lo que se debe, ni en forma ni en tiempo, lo que la jerga financiera ha bautizado con la eufemística palabra “reestructuración”, parece cosa de países emergentes, en desarrollo. La tesis es que los países avanzados no deberían recurrir a todo el kit de emergencia de una crisis soberana profunda: quitas, renegociaciones, alta inflación, control de capitales... Un documento de trabajo de los profesores de Harvard Kenneth Rogoff y Carmen Reinhart, recién publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), presenta una enmienda a la totalidad y sostiene que este tipo de medidas han resultado y resultarán una parte fundamental de las resoluciones de los problemas en las economías avanzadas.
Pero hoy por hoy, aunque Grecia ya ha vivido una quita, hablar de las reestructuraciones de deuda sigue siendo mentar la bicha.
Reinhart y Rogoff defienden que hay cinco vías de reducción de deuda: el crecimiento, la austeridad, impago o reestructuración, inflación y una dosis fija de represión financiera junto con otra de inflación. “La primera es escasa y el resto son difíciles e impopulares”, señala el documento titulado Crisis financiera y de deuda soberana: algunas lecciones aprendidas y otras olvidadas. Pero “dada la magnitud de la deuda y la previsión de un periodo sostenido que bajo crecimiento es dudoso que la austeridad fiscal resulte suficiente, combinada incluso con represión financiera”, añade.
La autoría del estudio se presta a la maldad de cualquier detractor, ya que ambos profesores de Harvard son los autores del sonoro error en un informe muy citado sobre el lastre que la deuda pública suponía para el crecimiento de los países, y cuyos cálculos en Excel contenían importantes errores.
Los profesores sostienen en el estudio que acaba de editar el FMI que la magnitud del problema de deuda indica que “las reestructuraciones serán necesarias particularmente en la periferia de Europa”. La mutualización de la deuda de los países del euro, que en la práctica usa los recursos de los contribuyentes del norte, no es suficiente aunque reduzca las necesidades de reestructuración, a su juicio. Además, el problema en su conjunto es de tal calibre que esta mutualización “podría ralentizar el crecimiento de los países del corazón de la zona euro”, según alertan los expertos. Además, haría de la sostenibilidad de la deuda en los países centrales del euro todo un desafío. Es decir, que retroalimentaría el problema.
Reinhard defiende las quitas abiertamente para el caso español desde hace tiempo. “Me preocupa mucho es que España quiere hacer el saneamiento sin realizar quitas. Hay que tener en cuenta que la posibilidad de repago de la mayoría de deudas no es del 100%, sino de una fracción por la caída en los precios de los bienes raíces”, dijo en una entrevista en El País a mediados de 2012.
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