El matadero de Girona niega implicación en la red carne caballo fraudulenta

El matadero de Girona, a través de su presidente, Marc Dalmau, ha negado hoy su implicación de manera voluntaria en la red de tráfico de carne de caballo fraudulenta que se ha desmantelado en Francia.

Mientras aquel país ha tramitado una comisión rogatoria internacional para tratar de determinar los animales que fueron sacrificados en la capital gerundense pese a ser impropios para el consumo humano, Dalmau ha puntualizado que "en ningún caso" este negocio es "sospechoso de haber participado en connivencia" con la trama desmantelada.

"Nosotros somos los primeros interesados en saber qué ha pasado", añade el presidente del matadero, quien precisa que, de momento, no está demostrado que esta instalación haya trabajado con caballos procedentes de un laboratorio farmacéutico como hacía la red descubierta en Francia.

Marc Dalmau ha puesto a disposición de la Guardia Civil, cuyos agentes procedieron a un registro de este negocio en colaboración con sus homólogos franceses, todos los medios necesarios para colaborar en la investigación de los hechos.

Dalmau ha reiterado que el matadero de Girona nunca ha participado voluntariamente en una red de este tipo y que su labor no es la de comercializar la carne.

"Aquí se sacrifican animales que son propiedad de terceros, quienes posteriormente los transforman o comercializan por diversos canales, pero ni los animales vivos ni sus productos son nunca propiedad del matadero", añade el presidente del establecimiento.

Marc Dalmau entregó a la Guardia Civil el pasado lunes toda la documentación correspondiente a los sacrificios de caballos realizados entre mediados de 2010 y noviembre de 2012, donde aparecen los datos de los realizados para un cliente francés.

Dalmau afirma que las autoridades deberán determinar ahora el destino que tuvo aquella carne, aunque subraya que nunca se detectó "anormalidad alguna en los documentos ni en las inspecciones previas y posteriores a los sacrificios, incluyendo la investigación de residuos".

El presidente del matadero de Girona añade que, desde hace un año y medio, esta instalación no trabaja con clientes procedentes del mercado francés y que un 9 por ciento de los animales se destinan a carnicería e industrias catalanas con el objetivo de promover el consumo de proximidad.

El origen de los animales sacrificados en la capital gerundense es en un 90 por ciento explotaciones ganaderas catalanas y el otro 10 por ciento, del resto de España, especialmente de comunidades autónomas cercanas.

Por lo que se refiere al cierre de la línea de producción de potro ordenada ayer por el Ayuntamiento de Girona, Marc Dalmau recuerda que se trata de una "medida preventiva" que se mantendrá hasta que la investigación aclare los hechos.

Respecto al expediente informativo abierto también por el consistorio, Marc Dalmau asegura que todavía no se le ha comunicado esta situación pero que cuenta con el "total apoyo" de las autoridades municipales.