El FMI se alinea con Guindos en la polémica por Roldán en la AEB
El Fondo pide a Linde que evite conflictos de intereses en el paso de directivos al sector privado Respalda la reforma de las incompatibilidades del Banco de España, impulsada por Economía
José María Roldán, ex director general de Regulación del Banco de España, transmitió a uno de los grandes bancos hace un par de semanas que el no sería motivo de disputa y que si su candidatura a presidir la Asociación Española de la Banca (AEB) iba a ser un problema para las entidades, estaba dispuesto a renunciar. Era la respuesta al abierto rechazo manifestado por el Ministerio de Economía a su candidatura. Pero la polémica aún colea. El departamento que dirige Luis de Guindos trasladó al sector que le parecía poco ético que, en solo seis meses (el mínimo que exige el Banco de España entre el cese de sus directivos y su incorporación a la banca), el mayor responsable de la regulación del sector pasara a defenderlo. Y para reforzar su posición, anunció un endurecimiento del régimen de incompatibilidades del organismo que dirige Luis Linde. Una decisión que cosechó primero el respaldo de Bruselas y ahora del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El nuevo régimen de incompatibilidades anunciado por Guindos no tiene carácter retroactivo , pero hace insostenible la candidatura de Roldán a presidir la AEB, aunque la patronal del sector aún la mantiene formalmente. El apoyo verbal de la Comisión y, sobre todo, del FMI a la propuesta de Economía refuerza esta tesis. El respaldo comunitario se limitó a la declaración de un portavoz, mientras que ahora la reforma que impulsó Guindos para descabalgar la apuesta de la AEB por Roldán se ha hecho hueco en un informe oficial del Fondo, el cuarto sobre el sector financiero español tras el rescate a la banca.
“Las reformas para mejorar los procedimientos de supervisión deben completarse, incluyendo el fortalecimiento de medidas para evitar el conflicto de intereses”, advierte el FMI en el preámbulo de su informe, distribuido este viernes. El recado es para el Banco de España, que ha quedado en una posición delicada en esta polémica. Al anunciar, el mes pasado, su apuesta por Roldán, el comunicado oficial de la AEB dio a entender que Linde estaba al corriente del nombramiento y lo apoyaba. Además, la reforma del régimen de incompatibilidades fue dada por hecha por Guindos, lo que menoscaba la imagen de independencia del supervisor.
En su informe, el Fondo insiste en que el Banco de España complete esa revisión del régimen de incompatibilidades. Y saluda la decisión de poner en marcha este proceso, tomada por el supervisor la semana pasada. Pero al referirse a "la propuesta para adaptar los periodos de reflexión obligatoria aplicables a los directores generales tras cesar en sus cargos" solo cita una de las dos referencias que planteó Linde, precisamente la única que defiende Guindos: "Las reglas generales que se aplican en el sector público".
“El asunto está llegando demasiado lejos, erosiona la buena relación siempre necesaria entre los grandes bancos, el supervisor y Ministerio de Economía”, señala un ejecutivo del sector, que pide anonimato. Este banqueri cree que el respaldo de la Comisión, a través del portavoz de Asuntos Económicos, Simon O’Connor, ya fue llamativo, aunque apenas tuvo eco internacional. “Ahora, después del informe del FMI, es más probable que suceda. Es un asunto malo para todos”, añade.
La postura de Guindos, inamovible
“El asunto está llegando demasiado lejos”, lamenta un ejecutivo del sector
Otros creen que el texto del FMI demuestra que Guindos no va a ceder ni un milímetro en su posición, que es considerar “inadecuado” que los que han ocupado cargos de responsabilidad en instituciones clave durante la crisis financiera, puedan seguir en puestos de mando en la banca. Algunas fuentes sostienen que Guindos fue muy lejos cuando declaró, a principios de mes, que cambiaría la ley para evitar que produzcan situaciones como las de Roldán. Después, tuvo que frenarse para evitar entrar en conflicto con la Ley de Autonomía del Banco de España.
Tras el anuncio de Guindos, Linde no tuvo más opción que poner en marcha esa revisión del régimen de incompatibilidades. Al comunicar esta decisión, el gobernador del Banco de España indicó que se tendría en cuenta la normativa general del Estado (dos años de incompatibilidad frente a los seis meses que rigen en el Banco de España), como planteó Guindos. Pero también que sería “conveniente” estudiar el régimen del Banco Central Europeo, en el que el plazo de incompatibilidad es de un año.
En su informe, el Fondo insiste en que el Banco de España complete esa revisión del régimen de incompatibilidades. Y saluda la decisión de poner en marcha este proceso, tomada por el supervisor la semana pasada. Pero al referirse a “la propuesta para adaptar los periodos de reflexión obligatoria aplicables a los directores generales tras cesar en sus cargos”, solo cita una de las dos referencias que planteó Linde, precisamente la única que defiende Guindos: “Las reglas generales que se aplican en el sector público”.
¿Por qué tanto revuelo?
Hay dos cuestiones de fondo en esta polémica: ¿es un puesto tan relevante la presidencia de la AEB? y ¿por qué tanta oposición de Guindos a Roldán? El único presidente de un banco que ha hablado sobre el tema es Francisco González, del BBVA. Afirmó la semana pasada esta polémica era “un tema irrelevante. Se ha creado un problema donde no lo había, se crea ruido y esto no es necesario; es un tema resuelto”, indicó en Onda Cero, sin más explicaciones.
El ex director de Regulación renunció a presidir la asociación bancaria
Sin embargo, para los bancos sí debe ser un tema de peso –o de imagen- porque no han querido renunciar públicamente al nombramiento de Roldán y han tachado de injerencia el papel del ministro.
Respecto a la confrontación entre el ministro y el exresponsable de Regulación del Banco de España, algunos ejecutivos financieros creen que se originó cuando Guindos llegó al Gobierno, en diciembre de 2011. Este propuso profundos cambios normativos, que luego derivaron en los decretos llamados Guindos 1 y Guindos 2, que contaron con la oposición del gobernador de entonces, Miguel Fernández Ordóñez, y de Roldán.
El responsable de Regulación reclamó su capacidad ejecutiva y la relación se tensó. Ordóñez salió en junio (un mes antes del plazo) y Roldán fue destituido en julio pasado, pese a que no se nombró sustituto hasta octubre. Las posibilidades de Roldán para llegar a la AEB se complican, si es que existían tras el estallido de la polémica, aunque el informe del FMI también coloca en una situación comprometida al gobernador, Luis Linde, que apoyó el nombramiento de Roldán y que es una persona supuestamente cercana a Guindos.
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