Vigo pone en órbita el primer satélite de la ONU para un proyecto humanitario
La Universidad de Vigo ya tiene su segundo satélite en órbita, el Humsat-D, un demostrador de la red de picosatélites, sensores y estaciones de recepción en tierra con fines humanitarios que se desarrollará en el marco de un proyecto auspiciado por la ONU y la Agencia Espacial Europea (ESA).
De hecho, el Humsat-D es el primer satélite propio de la ONU que ya se encuentra surcando el espacio tras despegar hoy con éxito la lanzadera Dnper desde el cosmódromo ruso de Yasni y poco después desprenderse del mismo el satélite nodriza Unisat con una treintena de picosatélites que se desgajaron del mismo paulatinamente.
El objetivo de la futura red de satélites, sensores y estaciones en tierra, dentro del llamado proyecto Humsat, es proporcionar una cobertura global, incluidas las zonas más aisladas del planeta, con fines humanitarios, tales como recoger indicios sobre el cambio climático o prevenir situaciones de emergencia.
Al emplear satélites de bajo coste en comparación con los grandes prototipos ya operativos y que tienen similares prestaciones o incluso más avanzadas, se propiciará el acceso a esta tecnología a países en vías de desarrollo.
Todo el proceso de despegue del cohete y de entrada en órbita de la nodriza y de los picosatélites ha seguido el horario programado.
Así, la primera señal del Humsat-D se ha recibido en la estación de seguimiento de Vigo a las 11.26 minutos, con apenas seis minutos de retraso, que se han hecho "eternos", según ha reconocido en rueda de prensa el coordinador del proyecto, Fernando Aguado.
Entonces se ha desatado la euforia, igual o mayor que por el lanzamiento del primer satélite con sello gallego, el Xatcobeo, en febrero de 2012, ya que los niveles de complejidad y riesgo "eran mucho mayores" con el Humsat-D, ha apostillado el rector vigués, Salustiano Mato, que ha pedido más atención a los "hitos" de esta institución académica en materia aeroespacial.
Los datos de telemetría recibidos apuntan a que están funcionando los paneles solares, los computadores de a bordo y el software del Humsat-D, un prototipo de 850 gramos de peso, unas dimensiones de 10 centímetros de ancho, largo y profundidad, y un coste de unos 600.000 euros.
En los dos años de vida útil que tiene programada, recorrerá una órbita circular a una altura constante de unos 700 kilómetros.
A partir de ahí, podría tardar hasta 20 años en volver a atravesar la atmósfera y desintegrarse, según ha explicado en posteriores declaraciones a los medios el vicerrector de Transferencia de la Universidad de Vigo, José Antonio Vilán.
Tras el primer contacto con tierra de este mediodía, en las próximas dos o tres semanas tocará analizar el funcionamiento de los subsistemas y calibrar las cargas útiles del picosatélite, y dentro de un mes o mes y medio comenzarán las pruebas con los sensores.
El rector vigués, Salustiano Mato, ha hecho hincapié en la importancia de posicionarse dentro de la industria aeroespacial mundial ante el advenimiento de una "segunda revolución" en la que los satélites de bajo coste desempeñarán un papel preponderante.
Asimismo, ha recordado que el objetivo final del programa aeroespacial de la Universidad de Vigo es dar el salto al mundo comercial, y en este sentido ha recordado la próxima puesta en marcha de una spin-off que estará operativa a partir de enero de 2014.
Su función será la búsqueda de acuerdos con socios internacionales para la fabricación de prototipos, desde cubosatélites hasta ingenios de entre 50 y 100 kilos de peso, ya con fines comerciales y con rendimiento económico.
José Antonio Vilán ha hecho hincapié en que la puesta en órbita del Humsat-D demuestra que el lanzamiento del Xatcobeo, que sigue emitiendo señal más allá de su vida útil programada, "no fue una casualidad", lo que supone una buena carta de presentación ante posibles partner para desarrollos comerciales.
En este sentido, ha lamentado la demostración del dicho de que nadie es profeta en su tierra, pues la Universidad de Vigo ha encontrado en su carrera espacial "más apoyo en el extranjero que confianza en el país".
El próximo reto aeroespacial de la institución académica es lanzar a mediados de abril de 2014 el Femtoxat, un prototipo aún más pequeño que funcionará como un potenciador de la señal dentro de la constelación Humsat, y cuyo coste asciende a los 200.000 euros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.