La regulación petrolera en Latinoamérica provoca diversidad en la producción
La regulación de la producción petrolera en países latinoamericanos como Venezuela, Argentina, Ecuador o México ha impedido el aumento de la producción en esos países mientras que en Brasil, Colombia o Perú sucede lo contrario, según un estudio presentado hoy.
"El sector petrolero de Latinoamérica: oportunidad perdida", presentado en el Diálogo Interamericano y dirigido por Ramón Espinasa, ex economista jefe de la venezolana PDVSA y experto del Banco Interamericano (BID), analiza la evolución desde comienzos del milenio de dos líneas en gestión de hidrocarburos en la región.
Espinasa explicó que en algunos países "las señales de aumento de precios, que todo indica será permanente, deberían haber provocado un aumento de la inversión y producción" en el sector de los hidrocarburos, algo que no ha sucedido en Argentina, Venezuela, Ecuador y México.
Por ejemplo, en el caso de Argentina, Espinasa explicó cómo la crisis económica y política de 2001 y la posterior llegada del "Kirchnerismo" se tradujeron en una caída de la inversión de las compañías petroleras.
Ello se debió al control gubernamental de los precios, impuestos a la exportación y "presiones" sobre compañías, que llevaron a la "expropiación" de YPF a Repsol el año pasado.
Otro de los problemas planteados por Espinasa es la ausencia de "un sistema de meritocracia y escrutinio político de los gestores" de las petroleras estatales y la opacidad de resultados en países como Venezuela.
Una característica común entre Venezuela, Argentina, Ecuador y México es el fuerte control del Gobierno sobre el sector y la transferencia de activos para sostener subsidios nacionales, lo que provoca problemas de acceso a recursos y tecnología para las compañías.
En el caso mexicano, Espinasa destacó como obstáculos la constante transferencia de recursos desde el monopolio estatal de Pemex.
No obstante, el experto y profesor de la Universidad de Georgetown valoró favorablemente la reforma del sector energético que promueve el Ejecutivo de Enrique Peña Nieto, que consideró no será tan complicado como la reforma fiscal a la que estaría abocado México debido a la apertura parcial a la competencia en el sector.
En el grupo de países que han respondido al aumento de los precios del petróleo con más inversiones y producción, Espinasa destacó el aporte de reguladores del sector de hidrocarburos independientes, la apertura a nuevas explotaciones y la no expropiación de los activos derivados del petróleo.
Ese es el caso de Brasil, Perú y, desde 2005, Colombia.
En su opinión, los mayores beneficios de estas medidas han ido a parar a las petroleras estatales, que han reforzado sus operaciones, mientras que destacó el sólido marco institucional de Perú, que no se ha modificado pese a los cambios de gobierno y otorga seguridad en inversiones.
El estudio de Espinasa detalla cambios de tendencia recientes y a la baja en Brasil, porque el Gobierno de Dilma Rousseff está deshaciendo algunas regulaciones, mientras que en Ecuador se están registrando mejoras.
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