Rehn reconoce que es necesario un debate político sobre el superávit alemán
El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y responsable de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, admitió hoy que es necesario un debate político sobre el importante superávit por cuenta corriente de Alemania, que lleva desde 2007 por encima del 6 %, el límite para evitar desequilibrios excesivos.
"El superávit de Alemania ha atraído bastante atención política recientemente; quisiera instar a un debate analítico y sustantivo sobre este tema muy importante en lugar de uno políticamente motivado", señaló Rehn en la rueda de prensa en la que presentó las previsiones macroeconómicas para este ejercicio y 2014-2015.
El debate tiene su origen en advertencias previas de la CE y sobre todo en un informe reciente del Departamento del Tesoro de EEUU que también aborda el superávit alemán.
Estados Unidos acusa a Alemania de perjudicar el proceso de reequilibrio de las economías por su "anémico ritmo de demanda doméstica y dependencia de las exportaciones" en un momento en el que otros países del euro sufren grandes presiones para reducir la demanda y comprimir las importaciones a fin de promover el ajuste.
Berlín ha refutado la acusación de Washington y Rehn pidió hoy un análisis sereno de este asunto, especialmente a la luz de las negociaciones en curso en Alemania para la formación de una coalición gubernamental tras las elecciones.
El vicepresidente de la CE recordó que los indicadores que componen el análisis de los desequilibrios macroeconómicos excesivos fijan un techo del 6 % para la balanza por cuenta corriente en tres años de media.
Tras recientes revisiones de los datos se ha constatado que el superávit de Alemania "se sitúa en el 6 % del PIB desde 2007".
De acuerdo con las previsiones macroeconómicas de la CE, el superávit por cuenta corriente de Alemania se situará este año en el 7 %, el próximo en el 6,6 % y el siguiente en el 6,4 %.
"Prevemos que se reduzca, pero seguirá estando por encima del 6 % del PIB durante los próximos años", señaló el vicepresidente de la CE, quien recordó igualmente que las recomendaciones de la Unión Europea (UE) para Alemania "sugieren abrir el cuello de botella (que impide) el aumento de la demanda interna".
Asimismo, dijo, que Alemania "debería crear las condiciones para un aumento sostenible de los salarios" e impulsar las inversiones para apuntalar la demanda interna, lo que tendrá un impacto positivo a corto y a largo plazo en la productividad.
Alemania también debería estimular la competitividad en los servicios y la construcción, así como en los servicios profesionales, a fin de impulsar recursos internos de crecimiento económico, agregó Rehn.
La CE publicará la próxima semana su análisis de los desequilibrios macroeconómicos, que determinará qué países necesitan una revisión en profundidad, y que servirá como "impulso analítico a las discusiones" sobre los problemas de los Estados afectados y también para abordar el elevado superávit alemán.
En cualquier caso, señaló el comisario finlandés, Alemania no es el único país que tiene efectos de "contagio" para el resto de la eurozona.
"Como las dos mayores economías de la eurozona, Alemania y Francia tienen la clave para un crecimiento y un empleo más fuertes", sostuvo.
Ello implica en el caso de Francia reformas económicas mercado laboral, el clima empresarial y el sistema de pensiones, apuntalar la competitividad, el crecimiento y el empleo, y en el de Alemania medidas para reforzar más la demanda interna e impulsar la inversión, explicó Rehn.
"Si Alemania y Francia pueden implementar las recomendaciones del Consejo, entonces harán un gran servicio a toda la eurozona y al crecimiento y al empleo", concluyó.
La CE prevé que el crecimiento de la economía alemana sea del 0,5 % para 2013, del 1,7 % para 2014 y del 1,9 % en 2015, y que en el caso de Francia ese indicador progrese desde el 0,2 % con que terminará este ejercicio, al 0,9 % del siguiente y al 1,7 % en dos años.
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