Países en desarrollo piden “plazos realistas” para compartir datos bancarios
La OCDE busca evitar que grandes empresas eludan el pago de impuestos o que el secreto bancario encubra la evasión fiscal
Las propuestas para evitar que las grandes empresas esquiven el pago de impuestos o para que el secreto bancario deje de dar cobertura a la evasión fiscal, se agolpan. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por encargo del G20, empuja para que haya resultados antes de 2016. Pero los países en desarrollo, con escasos recursos para controlar a multinacionales y grandes bancos, piden “plazos realistas para sumarse a la incipiente regulación internacional”, que consagrará el intercambio automático de datos bancarios.
Al hilo de iniciativas en marcha en Estados Unidos y la Unión Europea, la OCDE pretende ampliar el foco de las propuestas contra la ingeniería fiscal y la opacidad bancaria, cuya eficacia depende de que se apliquen a la mayor escala posible. Organizaciones civiles como Oxfam o Tax Justice Network advirtieron en septiembre de que debía involucrarse en los debates a los países en desarrollo, además de reforzar la cooperación internacional en la supervisión fiscal. Un asunto que ha centrado la reunión del grupo de trabajo de Fiscalidad y Desarrollo de la OCDE, reunido esta semana en Corea del Sur (Seúl).
Inspectores sin fronteras
Además de mostrar la preocupación por lo ajustado de los plazos para una revolución legislativa y administrativa, el grupo de trabajo insistió en la necesidad de avanzar en dos temas básicos: generalizar los requisitos de transparencia, que obligaría a las empresas a detallar sus cuentas de resultados país por país; y profundizar en la supervisión de cómo contabilizan las multinacionales las operaciones entre filiales.
La reunión de Seúl sirvió también para dar un empujón al cuerpo de inspectores fiscales sin fronteras, una iniciativa para dar asistencia técnica a los países más pobres mediante la financiación de consultorías externas en asuntos legales especialmente complejos. Además de lanzar las primeras experiencias piloto (en Colombia, Ghana, Ruanda y Zambia), se alcanzó el compromiso de culminar el proyecto antes de febrero.
