Once países europeos piden reorientar la política industrial ante los retos
Ministros de once países europeos se reunieron hoy en París para articular propuestas que reorienten la política industrial, ante el debilitamiento que está sufriendo la UE a nivel global y la importancia de exigir las mismas reglas para mantener la competitividad frente a otras partes del mundo.
El comisario europeo del ramo, Antonio Tajani, quien acudió en respaldo de la denominada "Conferencia Ministerial de Amigos de la Industria", lamentó la pérdida de empleos y de inversiones en el sector durante los últimos años en Europa con "una política centrada en la macroeconomía".
Tajani señaló que no está en contra de la política de la competencia, pero puntualizó que las reglas europeas en este campo tienen como referente la creación en 1957 de lo que luego sería el mercado único interior de la UE, cuando ahora de lo que se trata es de "defender la competencia a nivel global".
A ese respecto, hizo hincapié en que la apertura de las fronteras europeas a los productos procedentes del exterior necesita "luchar contra el proteccionismo" que aplican otros países.
También denunció que ahora "el euro es demasiado fuerte para la competencia de las empresas" y para corregir esa situación se pronunció, a título individual, por un cambio de los estatutos del BCE que le permitan la gestión del tipo de cambio como ya hacen los bancos centrales de Estados Unidos, Japón o el Reino Unido.
El vicepresidente de la Comisión Europea reafirmó, ante los representantes de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, España, Polonia, Valonia (Bélgica), República Checa, Bulgaria, Grecia y Luxemburgo, su voluntad de aumentar el peso de la industria en la UE al 20 % del Producto Interior Bruto (PIB) para 2020.
El ministro francés del sector, Arnaud Montebourg, anfitrión del encuentro, fue el que más criticó la actual política industrial europea, a la que entre otras cosas reprochó un "exceso de ingenuidad" en materia comercial e insistió en que la UE debe exigir a los otros países "reciprocidad".
Tras advertir de que "Europa se debilita peligrosamente" a la vista de la pérdida del peso relativo de sus exportaciones a escala global, Montebourg señaló: "la reindustrialización supone que tenemos conciencia de que no estamos solos en el mundo" y que en ocasiones hay una "competencia desleal" que no se debe admitir.
El ministro socialista avanzó que "Francia quiere una reorientación (...) de la política de competencia" de la UE porque la actual impide la creación de "campeones mundiales", lo que deja a los europeos en desventaja.
Para ilustrarlo se refirió a las telecomunicaciones, donde hay un centenar de operadores en el Viejo Continente, frente a sólo tres grandes en Estados Unidos.
"Tenemos que reformar nuestra política integrista de las ayudas públicas", indicó, porque eso pone en situación delicada a compañías europeas que compiten directamente con otras exteriores que sí reciben subvenciones.
A modo de resumen, Montebourg apostó por exigir a los fabricantes de los productos importados en Europa lo mismo que se impone a las sociedades implantadas en la UE.
También el ministro español de Industria, José Manuel Soria, estimó que los europeos deben articular las políticas sobre las ayudas estatales a las empresas "en línea con nuestros competidores".
Aunque subrayó que los europeos deben seguir aspirando a ser "los campeones mundiales" en la innovación medioambiental, Soria puntualizó que se debe "modular el calendario" de los requerimientos a las empresas de la UE con el de sus competidoras exteriores.
Varias de las propuestas del titular español se refirieron al sector de la energía, para el que reclamó "un mercado único" europeo y un debate también a escala comunitaria sobre la energía nuclear y el gas de esquisto.
Soria, quien quiso así poner en evidencia la importancia que tiene para la competitividad empresarial los costes energéticos, se pronunció por la constitución de "un mercado único digital" y por la "homogeneidad en el coste de financiación" entre los diversos países europeos, lo que, a su juicio, requiere "dar pasos decisivos en la unión bancaria".
La vocación del grupo de "Amigos de la Industria", que tiene programada una nueva reunión en Italia, es pesar en las decisiones que se esperan sobre política industrial en el Consejo Europeo del próximo mes de febrero.
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