“En las ciudades pequeñas está la oportunidad de empleo”
Las pistas de los expatriados españoles para quienes quieran seguir su camino ¿Vives en Noruega Cuenta tu experiencia a otros y todo lo que les pueda resultar útil Escríbenos a expatriados@elpais.es o utiliza el hastag #trabajarenNoruega
Estos son los testimonios de expatriados que viven en Noruega, que nos han hecho llegar por correo electrónico, con sugerencias y consejos para quienes quieran buscar trabajo y establecerse en el país:
Víctor Rubinat
Vivo y trabajo en Noruega, concretamente en Molde, desde hace más de un año. He llegado a tener dos empleos a la vez y me estoy sacando un máster en la universidad en la que realicé mi Erasmus.
Vivo en mi propio minipiso por el que pago 550 euros al mes por 25 metros cuadrados y aseguro que es una ganga. Mucha gente me dice que tengo suerte de haberlo encontrado por este precio.
El frío me encanta: Hasta los noruegos se sorprenden que vaya en bicicleta con -11ºC. (Pero con ropa adecuada paso hasta calor). A ver cuando empieza a nevar ya y puedo esquiar otra vez en Langrennski, por supuesto, que es gratis.
Estos son mis consejos:
Aprende noruego e intégrate, haz voluntariado (Dugnad), esquía, pesca, ve a las montañas, (nada de ir con españoles todo el día). Todo eso es gratis.
Saber inglés es importante ya que muchas palabras se parecen. Es un idioma que se da por supuesto, pero si le metes caña al noruego puedes pasar sin él. Yo el inglés lo llevaba bien: Advance con buena nota: para conseguirlo es importante ver siempre todo en inglés sin subtítulos y haber vivido en Irlanda e Inglaterra. De todas maneras los noruegos lo hablan mucho mejor que yo.
Compra de segunda mano en Fretex y busca ofertas en los supermercados. Trae 5.000 euros como mínimo, apúntate a clases de noruego en el voksneopplæringsenter correspondiente (350 euros al mes) y busca un trabajo en finn.no o en nav.no y con contactos que vayas haciendo (limpiando por ejemplo, si no sabes noruego y solo sabes inglés).
No vayas a Oslo ni Bergen, sino a ciudades pequeñas ( Ålesund, Voss, Lillehammer,etc.) es más fácil porque nadie quiere ir (los jóvenes noruegos se van a las grandes porque es más guay) Ahí tienes tu oportunidad.
Encontrar trabajo ahora es más difícil que antes, pero infinitamente más fácil que en España. Eso sí, has de hablar un mínimo de noruego. (El inglés se da por descontado)
Prepárate para competir con africanos, asiáticos y toda Europa (hasta alemanes y suecos competirán contigo). Pero por suerte los españoles caemos bien ya que conocen nuestro país cuando van de vacaciones.
Enrique Eduardo Quintana Grima
Soy un andaluz de 30 años expatriado en Noruega desde hace dos años.
Después de mucho tiempo de supervivencia en España, cobrando unos mil euros y sufriendo por pagar un alquiler o hipoteca, luz, agua y comida, que no tienes ni para imprevistos o para un simple empaste, terminé con mi última empresa en España, con la cual tenía trabajos por obra y servicio fuera de mi ciudad, con faltas de pago, abusos y pagando un 40 % de IRPF...
Gracias a que tengo un amigo aquí me lancé a la aventura y me vine a Sandefjord, una ciudad al sur. Estudié durante dos meses el idioma en largas jornadas y cuando tuve un nivel mínimo me lancé a la calle a buscar trabajo. Y lo encontré, 22 euros a la hora y un contrato de seis meses (el más largo en mi vida). Estuve en la empresa hasta que quebró y solo tarde cuatro días en encontrar otro empleo después. Yo trabajo como especialista en el montaje de andamios y mi experiencia en España me ha válido para suplir mi falta de idioma.
Hay muchas personas que vienen a la desesperada y aquí no es tan fácil, los sueldos son de unos 4.000 euros brutos al mes, netos son 3.000 euros; un alquiler sale por unos 1.200 euros al mes dependiendo de la ciudad y la comida para dos personas, unos 1.000 euros, para alquilar una casa necesitas el mes y tres de fianza (4.000 euros) y referencias, además de un contrato laboral.
La temperatura en invierno llega a -30 grados y el trabajo aparece después de Semana Santa hasta octubre, luego baja considerablemente.
Mi consejo es venir hablando noruego, con un contacto que te facilite la estancia y a partir de Semana Santa, no en pleno invierno, donde además del frío extremo, a las 15:30 es de noche.
Una vez aquí, hay gente para todo, como en todas partes, pero la calidad laboral está a años luz de España. Unas 35 horas semanales, puntualidad del pago, 5 semanas de vacaciones al año, derecho a enfermar y muchos otros detalles difíciles de explicar.
José Miguel Mejías
Llegamos a Noruega, primero mi pareja y yo, a principios de agosto. Llevábamos más de un año pensando en irnos de España y en octubre de 2012 tomamos la decisión; ella, enfermera, empezó un curso de noruego on line en noviembre, dedicándole unas ocho horas al día, fines de semana incluido.
En su curso eran más de setenta españoles, pero a finales de marzo, solamente dos habían sido seleccionados para ir (venir, desde nuestra perspectiva actual) a Noruega. Yo, por mi parte, dediqué esos meses a trabajar y a cuidar de nuestra hija, para así darle a ella más tiempo para estudiar. He de aclarar aquí que soy profesor de español para extranjeros, así que busqué estudiantes noruegos que quisieran hacer intercambio con ella; con toda seguridad ha sido el dominio del idioma de mi pareja el que nos ha abierto todas las puertas.
Desde que llegamos, ella con un contrato bajo el brazo y alojamiento por parte de la empresa, la lucha contra la burocracia ha sido tremenda. A diferencia de España, donde el papeleo es interminable. Aquí el problema es al no ser Noruega un país de la UE, carecemos de casi cualquier derecho. Para lograr el D-nummer hay dos opciones, o conseguir un trabajo, o pasar por la puerta de atrás; y eso que se supone que al ser Noruega parte del Área Económica Europea, este tipo de cuestiones deberían solventarse rápidamente.
Por suerte yo encontré un trabajo en agosto, pero en septiembre nos hemos tenido que mudar al empezar mi pareja un nuevo contrato, por lo que tuve que dejar el mío. También en agosto nos trajimos a nuestra hija y, para nuestro regocijo, la semana que viene empieza la guardería (esto sí que es difícil, lograr una plaza de guardería). Yo, por mi parte, sigo luchando a brazo partido para aprender por mi cuenta este idioma, porque los cursos tienen precios exorbitantes y no puedo pagar uno.
También hemos barajado la posibilidad de ir más al norte, ya que los alrededores de Oslo y las grandes ciudades están saturadas de inmigrantes y sin un buen nivel de noruego no hay posibilidades de trabajar.
Si alguien está pensando en venir a Noruega yo le rogaría que se lo pensara otra vez. En cualquier caso debería tener al menos dos de las siguientes cosas: un buen nivel de noruego, ahorros para sobrevivir un par de meses (calculando sobre los 3.000 euros mensuales) y un contrato en firme. Con todo y con eso, le esperan varios meses duros de adaptación, más aún cuando llega el invierno.
José J. González
Vivo desde 1971 en Noruega. Me crie en Cantabria y me fui nada más hacer el bachiller a Alemania, donde estudié Ciencias Físicas. En aquellos tiempos algunos nos íbamos de España por Franco. Después de 9 años en Alemania me fui a Noruega. Soy profesor de universidad y dirijo un centro de emergencias.
En España se cree que Noruega es un país muy frío. Es naturalmente más frío que España, pero se pasa más frío en España en el invierno en casas mal aisladas, donde entra el frío y la humedad, que en edificios bien preparados en Noruega. Además, todo el litoral de Noruega tiene inviernos relativamente suaves, las zonas frías están en el interior. El verano es agradable, no hace gran calor, pero las temperaturas, con máximas de más de veinte grados en muchas zonas, son más que suficientes.
Los españoles que piensan ir a Noruega deben tener en cuenta que lo que se busca en Noruega son ingenieros, médicos, dentistas y enfermeros/as. Las mujeres y las familias encuentran muy buenas condiciones y por eso tiene Noruega uno de los índices de natalidad más elevados de Europa.
Para poder trabajar en Noruega lo mínimo es muy buen conocimiento de inglés y luego aprender rápidamente el noruego, que es un idioma fácil de aprender si uno domina el inglés, pues los dos idiomas se parecen.
Un aviso: ¡no vayáis a Noruega sin trabajo! Es importante buscar trabajo desde España. La Embajada de Noruega os informa de cómo hacerlo.
Carmen Polanco
Vivo en Tromsø, norte de Noruega desde el 4 de febrero del 2011.
Conseguí mi primer trabajo como vendedora en una tienda de productos mediterráneos en abril del 2012, después de mucho esfuerzo para aprender el idioma por mi cuenta y mucha ayuda de mi pareja y su familia. Mi nivel de noruego es medio.
Por el hecho de ser residentes de la Unión no tenemos derecho a acceder a los cursos de 600 horas gratuitas que dan los ayuntamientos a través del voksenopplæringen (enseñanza para adultos), reservado en un principio para los extra comunitarios.
A estos cursos se puede acceder a los dos años de estar " registrado en la policía". Si no, la hora de profesor particular ronda los 20 euros y el idioma no es fácil.
Para registrarse en la policía y obtener el número de documentación noruego (føldsesdato, que consiste en 11 cifras, correspondiendo las cuatro primeras a la fecha de nacimiento) que expide hacienda, hay que tener un contrato de trabajo y, excepto para limpiar en un hotel o trabajos similares, hay que hablar noruego sí o sí.
Uno no puede obtener este tipo de "registro" por el mero hecho de estar viviendo en el país.
Cuando llegas y vas a la policía a decir que "estás viviendo allí en X dirección, lo primero que te dicen es:
-Muy bien; cuando usted tenga un contrato de trabajo, vuelve y le registramos y si usted no lo consigue en los tres primeros meses, ha de viajar a su país de origen y volver a entrar...
Te das de alta en el NAV (la oficina de empleo noruega) y te dan un número de registro provisional que solo vale para, cuando tengas trabajo, cambiarle por el número definitivo (føldsesdato).
Al ser " buscador de empleo" puedes quedarte como máximo seis meses, salir a tu país y volver a entrar.
En cuanto se empieza a trabajar, se empiezan a pagar impuestos y se tiene acceso a la seguridad social y a todo tipo de prestaciones como cualquier noruego (derechos y obligaciones por igual) En la sanidad publica está implantado el sistema de copago en consultas y pruebas médicas y el pago del 100% del valor de los medicamentos hasta cubrir una franquicia de unos 250 euros; a partir de ahí cubre el estado el 100% hasta el año siguiente, en el que la cuenta, vuelve a 0 y hay que volver a pagar.
Los salarios son altos y cuanto más se gana, más impuestos se pagan. El coste de vida es altísimo, por lo que el poder adquisitivo se queda en " poco y nada" a no ser que se compartan gastos.
Por lo tanto, si comparamos lo que se cobra en España y lo que cuesta vivir día a día, yo diría que estamos a la par.
Del alquiler y compra de pisos ya ni hablamos... Llevan años hablando de la burbuja inmobiliaria y ellos mismos reconocen que van a tener un problema.
Es un país frío, todos lo sabemos, pero aunque la gente sea encantadora, en el trabajo nos tratan como años y años hemos tratado nosotros a los inmigrantes, es decir, "ciudadanos de segunda clase", al menos aquí en el norte (dudo que en el resto del país sea diferente).
Se paga por respirar, como bien dice el artículo, así que la meta es trabajar, cotizar y jubilarse en España con jubilación noruega.
Manuel Garea Baragaño
Llevo en Noruega desde el mes de abril. La verdad es que la experiencia está siendo genial.
Soy ingeniero y vine aquí a través de un amigo a una empresa de fabricación de hormigón y asfalto. Contratado como ingeniero, he sido tratado con mucha amabilidad desde el principio.
Tengo un inglés un tanto rudimentario, pero avanzo cada día, (en estos momentos la empresa me está pagando el curso de noruego). Sé que para progresar necesito el idioma y sé que lo conseguiré.
¿Lo más duro? La separación de mi familia, en especial de mi mujer, Lourdes, pero somos conscientes de que esta es la mejor manera de salir adelante.
¿Volver? Ni me lo planteo, al contrario, creo que, en la actualidad (tengo 53 años), no voy a volver, ni quiero volver. Lo que veo en mi país no me gusta. Quiero a España, y desde aquí la añoro, pero creo que este país me ha recibo genial, y me trata aún mejor.
Desde el principio me dijeron que necesitaban gente preparada como yo, gente que enseñara y aportara, y me respetan y aprecian mi trabajo y mis más de 25 años de experiencia.
¿Dificultades con los papeles? Yo al cabo de un mes tenía el "número" y no he tenido ningún problema por ser extranjero. Eso sí, soy consciente de que para avanzar necesito el noruego. En mi empresa, Velde, valoran mi trabajo, y sé que con el noruego todo irá mejor.
Eduardo Fernández
Hace 18 meses, nos mudamos desde Valencia a Sandefjord, una localidad a 100 km al sur de Oslo. Desde entonces, nuestra vida ha cambiado. A mejor, sin duda alguna.
Somos una pareja de 33 y 32 años. Mi mujer, Ana, es blogger gastronómico; yo, Eduardo, soy ingeniero.
Nunca se nos había pasado por la cabeza emigrar.
En 2011, un amigo que ya se encontraba en Noruega, me comentó que mi perfil resultaba muy interesante para determinadas empresas del sector del petróleo. Al principio la idea nos dio mucho vértigo, pero mi mujer me convenció para que enviara el curriculum y la empresa me presentó una oferta. Finalmente, como teníamos estabilidad laboral en España, no la aceptamos.
A comienzos de 2012, yo me quedé sin empleo. Después de trabajar seis años en una de las principales empresas de ingeniería de España, fui despedido.
Tuvimos la fortuna de que en Noruega, mi actual empresa continuaba interesada en mi perfil.
A partir de aquí, todo vino rodado. Al cabo de una semana, ya tenía una oferta de trabajo en firme. Dos meses después, habíamos hecho la mudanza y me encontraba trabajando. El mudarse con una oferta de trabajo ya cerrada desde España facilitó mucho las cosas.
En España, mi trabajo se enfocaba al cálculo de estructuras no convencionales para la industria nuclear, industria pesada y renovable. En Noruega me dedico al diseño y simulación de estructuras off-shore. Los modos de proceder, y las herramientas que utilizo ahora, son muy similares a las que utilizaba en España, por lo que la reconversión ha sido rápida. Esto, junto a la experiencia, es algo tremendamente importante, imprescindible diría yo en el caso de Noruega: para optar a un puesto, al menos en este campo de la ingeniería, y más aún, si eres extranjero, se requiere experiencia previa y un curriculum relevante.
En mi caso, además de la experiencia, y entre otras características de mi currículo, fui Premio Especial Fin de Carrera, Premio del Colegio de Ingenieros y el primer español en ganar el Premio Internacional de Estructuras CIDECT.
Por otro lado, la competencia profesional con otra nacionalidades es muy alta: hindúes, portugueses, iraquíes, chinos... todos inmigrantes, todos como nosotros, todos con una formación muy alta, y todos en igualdad de condiciones.
Por estos últimos motivos, Noruega no es un país fácil o recomendado para recién titulados o profesionales que estén comenzado; sin embargo, ofrece muy buenas oportunidades laborales si cuentas con experiencia: los salarios son realmente buenos, los proyectos tienen un altísimo nivel técnico, las empresas invierten en I+D, la estabilidad laboral es muy alta, y hay una verdadera conciliación familiar. La separación entre vida profesional y personal está meridianamente clara. En Noruega, hay tiempo para vivir.
Mucha gente desconoce que Noruega, al no ser miembro de la UE cuenta con determinadas restricciones respecto inmigración. Resumiendo mucho, si quieres permanecer en Noruega de manera indefinida y legal, necesitas un contrato de trabajo. De otro modo, es casi imposible conseguir tu número de identificación fiscal, número que resulta imprescindible para multitud de trámites: desde abrir una cuenta bancaria, asistir a cursos de idiomas o comprar un móvil. Noruega es un país tremendamente regulado y regulador. Sin esta identificación, no existes para el sistema, y puedes pasarlo realmente mal.
- Idioma
Un nivel alto de inglés es imprescindible, independientemente del sector en el que vayas a trabajar. El inglés es algo así como una segunda lengua. La inmensa mayoría de la población lo domina, con independencia de su edad o formación, desde un médico, hasta un peón. Y lo hablan y lo entienden con fluidez. Pero ahora bien, hay que aprender noruego, antes o después, si verdaderamente quieres integrarte. Exceptuando el sector del petróleo, el noruego es imprescindible para trabajar, o vivir. Además, en algunos sectores, como el sanitario, se exige un nivel mínimo certificado.
- Precios
En términos absolutos, si comparamos los precios de servicios y productos de España y Noruega, este país es sensiblemente más caro, especialmente en lo que se refiere a productos frescos, tabaco y alcohol.
La presión fiscal también lo es. El IVA general es del 25%, y por poner otro ejemplo, los salarios están sujetos a una retención media del 37%.
El precio medio de la compra semanal, para 2 personas, está en torno a los 80-100 €. El precio de un billete sencillo de autobús interurbano, ronda los 4 euros. Si eres fumador, una cajetilla tiene un precio de unos 15 euros.
Trasladarse a Noruega a probar suerte sin un contrato cerrado desde España o una agenda clara de entrevistas de trabajo es un suicidio económico.
- Alquileres
Es recomendable no venir sin tener un alquiler cerrado o un buen colchón económico para los primeros meses.
Cuando quieres alquilar un piso, es el dueño quien elige a su inquilino. Hay mucha demanda y poca oferta, por lo tanto es muy importante tener referencias, si vienes con un contrato, es recomendable pedirle a la empresa que te ayude a encontrar algo.
Los precios medios de los alquileres aquí en el sur del país, en poblaciones de mediano tamaño, rondan las 10.000 coronas - unos 1.300€ - hablamos de un piso amueblado, de una o dos habitaciones y, además del mes por adelantado suelen pedir una fianza de entre 3 a 6 meses.
- Sanidad.
El país cuenta con un servicio público de salud, ojo, público, que no gratuito. Existe copago sanitario, cantidad que oscila entre los 15 y 35 euros. Niños, embarazadas y pensionistas están exentos. A pesar de contar con medios técnicos de ultima generación, personalmente, pienso que la agencia sanitaria que se recibe (o recibía) en España, es de mayor calidad.
- Infraestructuras.
Al llegar a este país te das cuenta que los trayectos se miden en tiempo, y no en kilómetros. La red de carreteras podría compararse a la de España en los años 80. El número de autovías es limitado, y para circular por la mayor parte del país, por autovía o no, se debe abonar un peaje. Es un punto a mejorar.
- Clima
Es cierto que Noruega es un país frio, pero solo se trata de usar la ropa adecuada. La ropa para el frío es mejor comprarla aquí, está adaptada al clima.
Venir a vivir a Noruega también supone un esfuerzo en lo referente a las costumbres, aquí a diferencia de España no se vive en la calle, no existe la cultura de la cervecita y la tapa..., en los meses fríos la vida se hace dentro de casa.
Hay que hacerse a la idea también de la escasez de luz solar en invierno, aquí en el sur los meses de noviembre y diciembre, que son los más oscuros, amanece a las 9.00 y oscurece a las 15.30-16.00.
Por el contrario, en verano tenemos luz hasta las 23.00 y amanece a las 04.00.
Pero solo es cuestión de acostumbrarse, eso sí, en el norte es mucho más extremo.
En resumen, en Noruega se puede vivir muy bien, pero es un estilo de vida completamente distinto al español. Pienso que somos tremendamente afortunados.
Patricio Gonzalez Rancel
Soy canario de Tenerife, 49 años, casado con una noruega desde hace 23 anos y llevamos ya 10 meses viviendo en Noruega.
Dado a los contactos de mi familia política enseguida encontré trabajo en una fabrica de muebles en Sykkylven, cerca de Ålesund. Tengo un nivel medio de inglés y mi empresa me paga las clases de noruego.
El idioma es muy difícil de aprender ya que hablan muchos dialectos que además se alejan mucho de la forma de escribir. Gano unos 2000 € al mes, pero al estar todo más caro tampoco me sobra el dinero al final del mes. En España tenemos tanto mi mujer como yo excedencia de nuestros trabajos, así que hemos venido a Noruega por otros motivos.
Unos era para que nuestra hija pequeña aprenda el idioma. En la escuela tiene derecho a enseñanza en su lengua materna, pero por falta de medios no se lo dan. Las escuelas están saturadas de inmigrantes y los residentes de la C.C.E.E. por absurdo que parece tienen menos derechos que los que vienen de fuera de Europa. Nuestras hijas de 23 años viven; una en Tenerife y otra en Madrid. Están las dos de momento sin trabajar y han estado temporadas aquí para ganar dinero, pero vuelven a España ya que es el país donde quieren vivir.
Para venir a Noruega debe hablar como mínimo bien el inglés. Si no habla inglés y no tienen contactos aquí, tiene pocas posibilidades de encontrar trabajo. No quiero asustar a la gente, pero esto no es el paraíso. Si es difícil para mi que conozco bien el país, tengo mi familia y una red social aquí, que será para otro que no lo tienes.
Por otra parte, el país es maravilloso, quizás uno de los países más bellos del planeta, la gente amable aunque distante, todo bien organizado y ordenado...y muy, muy caro. El país es como un pueblo grande, un ejemplo de ello es que a los tres españoles nombrados en el reportaje les conozco.
Tenemos más posibilidades de progresar aquí que en España. En invierno llevamos una cafetería de una estación de esquí y además estamos pensando en montar nuestro propio negocio. Por lo tanto nos quedamos unos años aquí, pero estamos seguros de que algún día volveremos a España. El sueno seria vivir a caballo entre los dos países y por eso seguimos luchando. Saludos a todos los españoles en Noruega y en mi tierra. Sobre todo mi familia en Tenerife.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.