Madrid estrena un laboratorio para probar sistemas espaciales único en Europa
El municipio madrileño de Tres Cantos puede presumir desde hoy de contar con el laboratorio robótico para la realización de pruebas de sistemas y misiones espaciales más avanzado de Europa.
Lo ha construido GMV, un grupo empresarial español con presencia en once países y más de 1.100 trabajadores, 600 de ellos en la Comunidad de Madrid, que fue creado en 1984 como una pequeña ingeniería con tan solo tres empleados a raíz de un pequeño contrato con la Agencia Espacial Europea.
Ante el presidente madrileño, Ignacio González, los responsables del laboratorio han hecho una demostración del funcionamiento de los sistemas que se utilizan en la captura de un satélite "muerto" y fuera de control en órbita para bajarlo a la Tierra.
Lo que se ha inaugurado hoy es el laboratorio robótico avanzado de pruebas de sistemas y operaciones espaciales denominado platform-art, que testa en tierra, antes de su lanzamiento al espacio, sistemas espaciales relacionados principalmente con el guiado, navegación y control (GNC) de vehículos espaciales.
En las misiones espaciales, los sistemas de GNC como los que fabrica esta empresa son los encargados de determinar la localización de la nave en cada instante, a través de sistemas de medida inercial, cámaras, láser, etc, y realizar las acciones de control necesarias para guiarla desde una posición determinada hasta su destino.
Estos sistemas se usan, por ejemplo, para acercarse y atracar en alguna estructura existente, como la Estación Espacial Internacional, para el montaje de telescopios y estaciones o para la retirada de basura espacial.
Por su propia naturaleza, las misiones espaciales requieren una validación previa en tierra lo más exhaustiva posible pues, por coste y oportunidades de vuelo, las pruebas en vuelo son difícilmente viables.
Es por eso por lo que lo habitual es que los sistemas de GNC que van a controlar un vehículo espacial y que volarán por primera vez en la misión sean probados antes en entornos que emulan con alto grado de realismo la dinámica espacial y que son más fiables que las pruebas en simuladores informáticos.
Con platform-art, esta empresa radicada en la Comunidad de Madrid dispone de un entorno de pruebas que incluye la simulación de la dinámica real de la misión espacial mediante el uso de brazos robóticos de alta precisión y maquetas físicas representativas.
En un espacio completamente oscuro de 20 metros de largo por seis de ancho y cinco de alto, cuenta con un robot de tres metros de envergadura instalado sobre unos raíles de 15 metros de longitud, un segundo robot de un metro de envergadura para los escenarios con dos vehículos espaciales, un sistema de iluminación, sistemas de sincronizado de tiempos y de comunicación y volcado de datos.
Los responsables de GMV han asegurado que, tanto por sus dimensiones como por su "flexibilidad de uso y configuración", este laboratorio es "único en Europa" y solo puede encontrarse algo similar, aunque menos avanzado, en el centro espacial alemán DLR.
Según la empresa, en esta instalación podrían probarse misiones de captura de basura espacial, de exploración de otros planetas mediante sondas robóticas, descenso sobre la Luna, capturas de muestras de suelo marciano lanzadas desde la superficie del planeta y de cooperación entre astronautas y robot auxiliares.
Tras la inauguración y la demostración, el presidente madrileño ha destacado que este laboratorio ha sido "diseñado y concebido íntegramente en la Comunidad de Madrid", que se sitúa con este proyecto "como un referente internacional en el sector aeroespacial".
Madrid, ha dicho González, es sede de empresas y "grandes centros públicos de investigación punteros" en este sector y concentra más del 50 % de la cifra de negocios y el 47 % del empleo de todo el sector aeronáutico español.
La presidenta de GMV, Mónica Martínez, que ha señalado que su empresa "es hoy uno de los contratistas principales del proyecto europeo Galileo", ha afirmado que invertir en la industria espacial es "muy rentable".
Empresas como la suya, ha declarado, compiten en este sector con otras de países emergentes como China o India que tienen unos salarios mucho más bajos pero lo hacen aprovechando la ventaja tecnológica y la formación de calidad que existe en España.
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