El ballet de Pekín, de Brasil y de la española Blanca Li se dan cita en París
La llegada de "Robot!", de Blanca Li, el ballet maoísta "El destacamento rojo femenino", con el que Pekín se despide hoy, y una rica presencia brasileña en el Festival de Otoño, son algunas de las perlas coreográficas de la nueva temporada en París.
La también realizadora española presentará su nueva creación en la Maison des Arts de Créteil, junto a París, del 11 al 19 de octubre, tras su estreno español, programado hoy en el Festival TNT de Terrassa, dentro de una gira por Europa iniciada el pasado julio en Montpellier.
La Cyber fantasía de Blanca Li para ocho bailarines, varios robots Nao y las máquinas musicales del colectivo japonés Maywa Denki volverá a verse de nuevo en España el próximo abril, ya en Madrid, en Los Teatros del Canal.
Entre tanto, desde Pekín, el Ballet Nacional trajo al Teatro del Châtelet una pieza de 1964 superviviente de la era maoísta, cuando la esposa del presidente Mao, Jiang Qing, definía personalmente como debía ser la cultura del "hombre nuevo" incluso en la danza.
El público se volcó en aplausos esta semana, tras el estreno de ese gran ballet-propaganda ensalzador de la lucha campesina y femenina, que durante la Revolución Cultural fue uno de los ocho únicos espectáculos que podía ver el pueblo.
Gracias a un repertorio hoy más nutrido, el mismo Ballet había conquistado justo antes a su público, con una versión impecablemente ejecutada de "El Lago de los cisnes".
El Châtelet promete sumar un tercer éxito a su lista el próximo miércoles, venido esta vez desde Argentina, con el estreno de la comedia musical de Mora Godoy y Stephen Rayne "Chantecler Tango".
En cuanto al ballet escrito por Tchaikowsky, no fue el único en pensar en él como "rentrée", pues esta semana se estrenó en el Casino de París la versión sueca de Fredrik Rydman, con sus cisnes ambientados en el mundo de las drogas, y todavía triunfa en el Teatro del Rond-Point un "Swan Lake" surafricano parcialmente pop, con un cuerpo masculino de ballet en tutú, dirigido por Dada Masilo.
A partir del 14 de octubre, la danza brasileña será la de Marcelo Evelin y "Matadouro", obra inspirada en "Os Sertões", novela monumental que en 1902 escribió Euclides da Cunha sobre la brutal represión de Canudos, a finales del siglo XIX; y en noviembre, el Festival de Otoño redescubrirá el "hip hop" filosófico de Bruno Beltrao en el estreno de "CRACKz".
Además, Lia Rodrigues tomará varios escenarios de la región con "Pindorama", nombre de Brasil antes de la llegada portuguesa.
La Trisha Brown Dance Company, con varios programas en el Teatro de la Ville; Anne Teresa de Keersmaeker en el de la Bastilla, con "Re:Zeitung"; y las "Improvisaciones tecnológicas" de William Forsythe interpretadas por Noé Soulier, son otras de las grandes piezas del momento, junto con "La Consagración de la Primavera".
De este revolucionario ballet ruso estrenado hace cien años en París, coinciden dos versiones en las cercanías de París: la reinventada por Akram Khan como una "ruptura del espíritu", en Les Gémeaux (Sceaux), y la reflexión sobre el tiempo "... du printemps !", interminable carrera protagonizada por 25 viejos bailarines no profesionales, que Thierry Thieû Niang llevará a Saint-Ouen.
En la Opera Nacional de París comenzó a cerrarse un ciclo, en el que la danza estuvo dirigida por Brigitte Lefèvre, a quien sucederá Benjamin Millepied en octubre de 2014.
Debut de despedida que se ilustrará a finales de octubre con el estreno mundial de "un voyage en clair-obscur", de Saburo Teshigawara, junto a dos célebres coreografías del repertorio, firmadas por Trisha Brown y Jiri Kylián, en el Palacio Garnier
Allí donde la temporada comenzó con una "Dama de las Camelias" que el 10 de octubre marcará el adiós al Ballet de la Ópera de una de sus figuras estelares, Agnès Letestu (1971), mitad artística durante años del ex bailarín estrella y actual director de la Compañía Nacional de Danza española, José Martínez, para quien creó la indumentaria de muchas de sus coreografías.
María Luisa Gaspar
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