_
_
_
_

Los comercios de Albuquerque buscan prorrogar el éxito de Breaking Bad

Las tiendas de la ciudad de Nuevo México donde se rodó la serie aprovechan su popularidad Los locales crean dulces que imitan la metanfetamina azul de Walter White y visitas guiadas

Mientras los aficionados se preparaban para ver el final de Walter White, el profesor de química convertido en narcotraficante, en el tenso último episodio de Breaking Bad el domingo por la noche, Carrie Mettling atendía a una oleada de clientes en su tienda Rebel Donuts de Albuquerque. "Fue de locos", dijo Mettling, quien vendió 10.000 dólares con sus donuts Blue sky, coronados por un caramelo azul que imita a la metanfetamina de la serie, en las horas previas a la emisión del capítulo. "Nuestras ventas probablemente cuadriplicaron las de un domingo normal", añadió.

El negocio de Mettling es uno más de los comercios locales que están aprovechando el éxito de la serie de AMC -que está ambientada y producida en Albuquerque, Nuevo México- y que recientemente ganó el Emmy al mejor drama. Durante su emisión, Breaking Bad ha disfrutado de un fuerte aumento de espectadores, hasta alcanzar una media de 5,2 millones de personas, para ver cómo Walt, golpeado por el cáncer, completa su metamorfosis de un apocado profesor de secundaria al asesino señor de la droga conocido como Heisenberg. Y la ciudad de este estado fronterizo de Estados Unidos no es ajena a este éxito.

La serie, protagonizada por Bryan Cranston, ha supuesto un incremento del turismo en Albuquerque y ha ayudado a varios negocios específicos. Panaderos, fabricantes de caramelos, operadores turísticos e incluso un spa de la ciudad han creado una serie de productos para satisfacer la demanda creciente de los aficionados a Breaking Bad de todo Estados Unidos, Europa y Asia.

"Esto ahora es una locura", dijo un propietario de productos spa Keith West-Harrison, que empezó a fabricar sales de baños Bathing Bad con su socio para pagar la renovación del edificio que compraron para su negocio de productos para la piel. "Para pagar las obras, nos preguntamos: ¿Qué haría Walter White? Decidimos que la metanfetamina posiblemente no era buena para nosotros, porque no somos químicos, sabemos que hace estallar cosas y huele mal (...) así que decidimos que las sales de baño eran una opción mejor", dijo a Reuters.

Caramelo que imita la metanfetamina.
Caramelo que imita la metanfetamina.

Tras un inicio provisional en el que producían las sales de baño en un cubo de un galón (con capacidad para 3,78 litros), ahora usan una hormigonera para producir partidas de 50 libras (22,7 kilos) cada vez, que se venden bien en Estados Unidos y otros 19 países, repartidas en unas bolsitas de plástico inspiradas en la serie.

También se aprovecha del éxito de Breaking Bad Debbie Ball, la propietaria de la tienda Candy Lady en la ciudad vieja de Albuquerque. Ball fabricó un caramelo que se usó en las dos primeras temporadas de la serie para simular la metanfetamina, y que ahora lo vende a los turistas en "papelinas".

Ball calcula que ha vendido entre 35.000 y 40.000 bolsitas en sólo un año. También gestiona una visita en limusina que lleva a los aficionados a las localizaciones de la serie, como la casa de Walter, aunque dijo que el propietario ahora estaba cansado de la procesión de visitantes.

El episodio final del domingo fue seguido por 10,3 millones de espectadores, pero los negocios locales esperan que el buen momento comercial se prolongue pese a que la serie ya no volverá. "Aún vemos las reposiciones de Los Soprano y de Sexo en Nueva York. Llevan años", dijo West-Harrison, que ahora emplea a tres generaciones de su familia preparando las sales de baño para el negocio. "Así que creo que va a permanecer".

Mettling creó los donuts azules como regalo a Aaron Paul, el actor que interpretó al socio de Walt Jesse Pinkman, en la fiesta de fin de la serie el año pasado. Ahora los vende en un edificio de Albuquerque que se usó como localización para la oficina de la Agencia para la lucha contra las droga de EEUU (DEA por sus siglas en inglés), también es optimista pese al final de la serie. “Albuquerque se enamoró de la serie, y yo no tengo problema en mantener el donut en el menú", dijo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_