El Gobierno de Samarás fija los 12.500 funcionarios que pasarán a la reserva

El Gobierno griego completó hoy la lista de los 12.500 funcionarios que deberán pasar hasta finales de septiembre a formar parte del sistema de movilidad laboral, una de las condiciones impuestas por la troika de acreedores.

Los funcionarios públicos -maestros, policías municipales, empleados ministeriales, guardas escolares- colocados en el programa de movilidad serán trasladados forzosamente a otros puestos o pasarán a la reserva laboral, un periodo de máximo ocho meses en el que perciben 75 % de su salario y a cuyo término o bien son recolocados o despedidos.

El ministro para la Reforma Administrativa, Kiriakos Mitsotakis, señaló al término de una reunión con el primer ministro, Andonis Samarás, que a los 4.400 empleados que ya pasaron a la reserva laboral a finales de julio, se sumarán hasta finales de septiembre los 8.100 restantes.

La lista de los 8.100 afecta a personal dependiente de todos los 17 ministerios, si bien los más afectados serán los agentes de la policía municipal (ministerio del Interior), con 3.000 funcionarios que deberán ser recolocados o pasarán a la citada situación de inactividad remunerada.

El julio ya pasaron a la denominada reserva un total de 4.401 empleados de la administración pública (2.114 profesores, 2.234 guardias escolares y conserjes y 53 funcionarios del ministerio de la Reforma Administrativa).

En una segunda fase que deberá completarse hasta finales de año, Grecia se ha comprometido frente a sus acreedores a enviar a otros 12.500 empleados públicos a la reserva o someterlos a un traslado forzoso.

Más allá de estas cifras, el memorando firmado con la troika (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) contempla la eliminación de 2.000 empleos públicos hasta finales de 2013 y de otros 11.000 en 2014.

Mitsotakis reconoció recientemente que muchas de las personas en situación de reserva laboral acabarán siendo despedidos.

Como parte de los compromisos adoptados con la troika figura también la reestructuración del sistema sanitario público que, entre otras medidas, contempla la conversión de ocho hospitales en centros de salud, lo que ha generado una ola de protestas entre los médicos.

Parte de las críticas que esgrime el colectivo médico contra esta medida se refiere al modo apresurado en que se está haciendo, con cierres de hospitales que se realizan de la noche a la mañana, y el consiguiente traslado de pacientes en todo tipo de estado, incluidos pacientes de las unidades de cuidados intensivos intubados.

El ministro de Sanidad, Adonis Yeoryiadis, cuyo tono "rudo" le ha causado más de un enfrentamiento con el personal sanitario -recientemente fue agredido durante una visita sorpresa a un hospital- tuvo hoy nuevamente un debate encendido con este colectivo.

En el programa matinal de la cadena de televisión privada Mega, se enfrentó verbalmente a representantes médicos que protestaron por el cierre del hospital en la céntrica plaza de Omonia, uno de las zonas más problemáticas de Atenas.

El ministro, quien aseguró que los puestos de trabajo no corren peligro, los acusó de estar guiados por intereses sindicalistas y de los partidos de la izquierda radical y de "montar un escándalo" solo porque serán trasladados al hospital de Evangelismós, "situado a menos de un kilómetro".

"Deberíamos haberle despedido. Entonces ya habría visto cómo son las cosas en realidad", espetó el ministro a uno de los médicos que asistieron al coloquio matinal.