El pregonero de las fiestas del Apóstol se solidariza con los preferentistas

El cómico Roberto Vilar, pregonero de las Fiestas del Apóstol 2013, ha querido solidarizarse esta noche con los afectados por participaciones preferentes, deuda subordinada o desahucios, y a ellos les ha dicho que en el tren de la "esperanza" toca que "viajemos todos".

Desde el balcón principal del Ayuntamiento de Santiago, y ante una concurrida Plaza del Obradoiro, este presentador de televisión, lucense de origen y compostelano de adopción, ha garantizado que de la crisis económica se saldrá antes o después, pero "lo importante es que lleguemos todos".

Por eso, "si alguien se cae de los vagones traseros, léase desahucios, preferentes, paro... hay que parar ese tren y ayudarle a subir de nuevo. Este es un problema de todos y todos tenemos derecho a viajar en ese tren de la esperanza, con que solo caiga uno habremos fracasado".

Roberto Vilar ha querido estar acompañado en esta singular ocupación por su pequeña hija, María, de tres años, y, al igual que en 2012 había hecho el entrenador del Obradoiro Blusens Monbús, Moncho Fernández, cuando asumió este rol, ha pretendido que la calle entonase el famoso cántico 'Miudiño'.

"Mi idea es terminar -ha dicho Vilar- al igual que Moncho el año pasado, cantando toda la plaza el 'Miudiño' para convertir este canto en algo obligatorio, porque es un tema vinculado a la ciudad que habla de fiesta, de pasarlo bien, y así ya quedaba fijado para todos los años".

No obstante, esto se perdona si el pregonero del 2014 es, por ejemplo, el arzobispo compostelano Julián Barrio, ha aclarado este intérprete en uno de sus múltiples guiños irónicos de su discurso, como cuando emuló el "Viva San Fermín", desde los exteriores del consistorio.

La única parte leída de su "ponencia" la ha copado una carta de la propia Compostela a sus gentes, una ciudad que ha confesado a sus vecinos, a los visitantes de otros lugares de Galicia, y a los turistas: "Os quiero, os quiero tanto que el día 24 -con los tradicionales fuegos-, como todos los años, volveré a explotar de felicidad".

"Abriré el cielo con miles de colores, y todos juntos miraremos hacia arriba y diremos... Qué bonita eres Compostela".