FCC ajusta su plan en Tres Cantos
Modifica la cláusula de flexibilidad para evitar construir pisos de 170 metros
Que una empresa privada se encargue de gestionar todo un plan general de urbanismo tiene sus ventajas. Si las cosas no salen de acuerdo con las previsiones iniciales, se cambian.
Así ha pasado hace dos semanas en Tres Cantos. A instancias de FCC —la constructora presidida por Esther Alcocer Koplowitz—, el Ayuntamiento de esta localidad situada al norte de Madrid cambiaba las reglas de juego a mitad del partido para intentar que las cuentas cuadren.
El propio concejal de Urbanismo, Javier Morales, dejaba claras las razones de esta modificación. "Transcurridos diez años desde la aprobación del Plan General, la tipología de vivienda no se ajusta a la demanda y situación actual. Se estipulaban viviendas de hasta 170 metros cuadrados construidos, cuando las más demandadas son de tres dormitorios y de 110 a 130 metros. Se trata de facilitar el acceso a la vivienda de los tricantinos, respetando la superficie de las parcelas y el número de viviendas total", argumentaba el edil en la sesión plenaria.
Los socialistas no lo ven así. "El plan general y el plan parcial se confeccionaron con unos intereses concretos y no para dar respuesta a las necesidades de la ciudad. Ahora, como el mercado inmobiliario en crisis, la nueva propuesta vuelve a adaptarse a esos mismos intereses", comentan las razones para oponerse a la modificación de esta cláusula de flexibilidad. Cláusula que posibilitaba construir 890 apartamentos de 60 metros (uno por cada tres viviendas de 170 metros). En cada promoción, estas viviendas debían de ser el 55% de precio libre y el 45% protegidas. Con la modificación instada por FCC desaparece la posibilidad de edificar unos 400 apartamentos protegidos.
FCC hace y deshace en Tres Cantos, en cuanto a urbanismo se refiere, desde que en febrero de 2005 formalizara la concesión administrativa para la gestión y ejecución urbanística, mediante expropiación, del único sector (Nuevo Tres Cantos) del nuevo plan general, aprobado en mayo de 2003.
Se optó por esta novedosa gestión privada del plan general, decían los responsables municipales tricantinos, por los criterios económicos, de agilidad en la ejecución y de obtención de un mayor aprovechamiento lucrativo. No tardó FCC en amoldar el plan a sus intereses. En apenas diez meses elaboró el plan parcial que desarrollaba la norma urbanística, cambiándola. El plan general planteaba que el 70% de la superficie construida se destinara a actividades productivas y el 30% a residencial, con unas 4.500 viviendas, el parcial de la constructora invertía los porcentajes: se reducía al 31% la edificabilidad productiva, porque no iba a haber demanda, y se elevaba la residencial a casi 840.000 metros cuadrados, para unas 8.500 viviendas.
En este nuevo barrio ya se han entregado 2.000 viviendas, otras tantas están en construcción y las restantes se irán ejecutando a medida que los promotores presenten los proyectos una vez obtenida la financiación.
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