Marcos que dan vida a la pared

El antes y el después. Una lámina o un cuadro con o sin marco es como una persona antes y después de 45 minutos de maquillaje y peluquería profesional y con un traje bien cortado. Puede ser hasta irreconocible para la familia en el segundo caso y en el primero, dar carácter a una decoración anodina.

Y también puede llegar a deslumbrar. Una empleada de una tienda de marcos cuenta que entró a muy última hora en un museo y se quedó impresionada por la buena factura, diseño y acabado de un marco. Al cerrar, el celador le regaló una postal "para que vea el cuadro también: es un Rubens". Deformación profesional, sí, pero es que un buen marco bien merece atención.

En esa ocasión no era así, pero en otras muchas el marco puede llegar a valer más que la obra que envuelve. Estamos en Corzón, una tienda en el centro de Madrid que es el mascarón de proa de un taller que trabaja la madera en bruto. Sus artesanos crean los marcos, a medida y con diseños de época, pero también minimalistas.

"Para nosotros todos los encargos que entran son valiosos porque lo son para quien los trae. Tanto si es un póster como si es la obra de un consagrado", explica Belén, la responsable de tienda.

Una clienta entra con una lámina enrollada y advierte a las compañeras de Belén que va a necesitar un marco para un póster de grandes dimensiones: es una foto de los años treinta de 50 × 90 centímetros. No es precisamente grande desde la óptica de Alberto Corzón, alma mater de la empresa de bellas artes. Explica cómo han enmarcado y transportado murales de hasta 38 metros de largo.

El Museo del Prado o el Reina Sofía son algunos de sus clientes, para los que, evidentemente, trabaja in situ, aunque dispone de naves, talleres, almacén y vehículos especializados. Y toda esta infraestructura convive con esta tienda que recibe encargos de enmarcar cualquier tipo de objetos.

Son muchas las posibilidades de enmarcado, desde una moldura de perfil casi inapreciable hasta una vitrina que puede estar climatizada. Y los precios también varían mucho. Los marcos artesanos son muy costosos puesto que se parte de un tablero de madera maciza en bruto al que se da forma tallándolo y después se decora en oro fino o falso, estucados, lacados, teñidos... mientras que los perfiles que se fabrican en serie, tipo industrial, se pueden ajustar a todos y cada uno de los presupuestos.

Junto a pinturas y grabados que pueden tener valor objetivo o solo sentimental, también han recibido encargos de enmarcar pequeñas figuras, espejos, estatuillas, telas, tejidos de punto de cruz, puzles y accesorios que se quieren preservar y a la vez exponer.

¿Consejos sobre tamaño, estilo o combinaciones? La respuesta es: "Lo que pida la pieza". Y a veces dar con ello requiere dar mil vueltas. "Y que el marco no la asfixie sino que la realce", explica Belén.

En general, un marco de gran tamaño o barroco hace que la obra se vea mejor, pero puede estar contraindicado. Y si la obra o la casa no es luminosa, hay marcos que sirven para aportar luz, como los blancos, dorados o plateados.

¿Y con o sin paspartú? Los paspartús -la orla de cartón entre el marco y la pieza- son vitales en un óleo para evitar su deterioro. También se coloca el mismo cartón de conservación libre de ácidos tras la tela. "La prioridad cuando se coloca paspartú es la de protección: se pone para que el cristal no roce la obra. También la realza, agranda y puede dar más luz", explican en Corzón. En cambio, el recuadro de cartón o tela, marialuisa o entrecalle, solo tiene utilidad estética.

También se puede enmarcar en caja con tapa de cristal, o sea, en forma de vitrina, y de esta forma se consigue que nada modifique la obra. Puede ser una buena solución para el pañito de la abuela, el cuadro de petit point o para el grabado de autor porque, además de dar sensación de profundidad, permite que, si se trata de papel, no esté aplastado y muestre su evolución natural.

¿Rústico, clásico o moderno? "Hay modas y momentos en que se ha buscado el marco recargado. Ahora lo que se busca a menudo, y desde luego en exposiciones, es el sencillo para no quitar protagonismo a la tabla o la tela", prosigue Belén.

Si se trata de una casa, deberá ir acorde con la decoración. Un marco artesano dorado estará bien soportado junto a una mesa antigua o sillones de estilo, por ejemplo. Pero, como buenos artesanos, hacen lo que se les pide: "Hemos hecho cada palo del marco de un color o marcos para desempeñar la función de cabeceros de cama, otros en forma de octaedro...", explica.

¿Poner una acuarela o un grabado en un baño es una herejía? "No es aconsejable pero si el cliente tiene mucho empeño, tratamos de que la enmarcación vaya totalmente sellada con materiales que aguanten la humedad como es el caso de la cinta de aluminio", aclara Corzón.

Añade que hay muchas formas y maneras de tratar las obras de arte y que la obra sobre papel puede llevar tratamientos especiales en los materiales de enmarcación, desde elementos interiores en ph neutro (libre de ácidos) hasta ir protegidos por cristales o metacrilato con protección UVA, antirreflejos, etcétera. "En ocasiones, cuando la obra es importante, nos ocupamos de colocar la protección a una ventana para evitar el deterioro por los rayos solares, que pueden dañar la obras ya sean de tela o de papel", concluye Corzón.