Azevêdo afirma que si Bali fracasa será más difícil retomar la ronda de Doha
El brasileño Roberto Azevêdo, designado como nuevo director general de la OMC, afirmó hoy que la posibilidad de retomar la ronda de Doha "será menor" si fracasa la conferencia ministerial que el organismo celebrará en diciembre próximo en Bali.
"El mayor desafío inmediato es la reanudación de la Ronda de Doha y ese objetivo pasa por dos etapas, de las cuales la primera es la conferencia ministerial" que la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrará en Bali y que será "clave" para el futuro de las negociaciones, dijo Azevêdo.
En su primera rueda de prensa en su país desde que fue elegido para ese cargo, el diplomático brasileño dijo que las negociaciones de cara a la conferencia de Bali están "en un momento delicado" y no avanzan con la velocidad que la OMC deseaba.
Explicó que en el seno del organismo ha percibido "cierto pesimismo", pero se mostró confiado en que durante los próximos meses se pueda encaminar la discusión, al menos, hacia un acuerdo de mínimos.
No obstante, confesó que en los últimas semanas tampoco ha estado siguiendo muy de cerca las negociaciones, pues estaba concentrado en su campaña para el cargo de director general. "Estaba por otras galaxias, pero ya regresé", dijo sonriente.
Aunque aclaró que sólo entrará oficialmente en el asunto una vez que asuma la dirección general de la OMC, en septiembre próximo, dijo que a su regreso a Ginebra, dentro de unos diez días, comenzará a hacer consultas sobre la marcha del proceso de Bali.
"Debemos revertir la actual situación para tener resultados al menos razonables en Bali, de modo que se pueda transmitir un poco de confianza y darle un primer impulso a la reanudación de la Ronda de Doha como un todo", indicó.
Según Azevêdo, si en Bali hay consensos en torno a reducciones de los subsidios a las exportaciones, facilitación del comercio, cuotas tarifarias para la agricultura y seguridad alimentaria, se habrá dado un primer paso hacia la reanudación de la Ronda de Doha.
"Si tenemos éxito en esos temas, la agenda de la OMC se moverá con mucha mas fluidez y facilidad, se abrirá camino para volver a negociar la Ronda de Doha e incluso habrá espacio para la inclusión de nuevos asuntos" en los debates del organismo, afirmó.
Su papel como director general en esas discusiones será, según explicó, "traer a las personas a la mesa" de negociaciones, lo cual sostuvo que "no es difícil".
Lo realmente complicado, en su opinión, es "convencerlas de que lo hagan con espíritu constructivo", "voluntad para negociar" y la "mente abierta y lista para escuchar visiones más innovadoras".
Según Azevêdo, una eventual continuación de la Ronda de Doha, y más aún su conclusión, supondría el empujón definitivo para derrumbar las barreras comerciales que se instalaron en el mundo tras el estallido de la crisis financiera global hace casi cinco años.
Aunque dijo estar convencido de que ese "fervor proteccionista" que llegó con la crisis en 2008 ha comenzando a remitir, también señaló que el proceso hacia un escenario con menos barreras será "lento y gradual, nunca abrupto".
Azevêdo calculó que el 20 por ciento de esas barreras creadas a consecuencia de la crisis "ya han sido retiradas", pero apuntó que "el otro 80 por ciento aún está ahí" y representa un poderoso freno al comercio internacional, que debe ser eliminado.
El diplomático también reiteró que, como director general de la OMC, dejará de "recibir instrucciones" del Gobierno brasileño, al que representó en Ginebra durante los últimos cinco años.
"No estaré en la OMC con la agenda de Brasil ni como embajador de Brasil, y sólo ayudaré a Brasil, como país miembro del organismo, en la medida en que pueda ayudar a reforzar el sistema multilateral de comercio", declaró.
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