La CE apuesta por la movilidad laboral en UE para reducir la brecha del paro
La Comisión Europea (CE) propuso hoy un conjunto de "soluciones prácticas" para facilitar la partida de trabajadores de Estados miembros con altos niveles de paro hacia otros donde existe una demanda laboral no cubierta, con objeto de paliar la creciente brecha del desempleo en la Unión Europea.
El comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Laszlo Andor, presentó hoy una propuesta de directiva destinada a "eliminar los obstáculos" para la libre circulación de los trabajadores en el mercado único, un principio que a su juicio supone una "oportunidad clave" en la actual situación económica.
"Creemos que menos barreras y menos desequilibrios entre mercados laborales son fundamentales tanto para los individuos como para la economía europea", dijo el comisario en rueda de prensa.
La directiva persigue garantizar la libre circulación y evitar discriminaciones y abusos por motivo de nacionalidad con el fin último de equilibrar los niveles de empleo de los diferentes Estados miembros, cuyas divergencias se han disparado desde el inicio de la crisis económica que sufre el continente.
Grecia (26,4 %) y España (26,3 %) registraron las mayores tasas de desempleo en la UE en febrero, según los últimos datos publicados por Eurostat, mientras que las más bajas se dieron en Austria (4,8 %) y Alemania (5,4 %)
"Ante los niveles de desempleo mucho más elevados que se dan en la actualidad en algunos Estados miembros, es especialmente importante facilitar que las personas que deseen trabajar en otro país de la UE puedan hacerlo", afirmó Andor.
"Es el caso de Alemania, que en determinados sectores tiene importantes carencias de personal y está tratando de atraer a trabajadores de países como España e Italia", afirmó el comisario.
Entre los problemas más habituales que se encuentran los trabajadores a la hora de buscar trabajo en otros países, la CE destaca los diferentes requisitos de contratación, incluyendo el no reconocimiento de cualificaciones y experiencia profesional adquiridas en otros Estados miembros.
Otras barreras frecuentes son las condiciones de nacionalidad para acceder a determinados puestos o las divergencias en cuanto a retribución, perspectivas de carrera para los no residentes.
Para solucionar estas dificultades, la directiva propone crear organismos nacionales destinados específicamente a ofrecer "información y asistencia" a los trabajadores migrantes acerca de sus derechos.
Además, los Estados miembros deberán garantizar que todo trabajador comunitario que haya sido víctima de discriminación por motivos de nacionalidad pueda denunciar dicho comportamiento ante las instancias administrativas o judiciales competentes.
La directiva pide a los países que promuevan el reconocimiento de títulos y cualificaciones profesionales obtenidos en cualquier país de la Unión, y que adopten las medidas necesarias para que los trabajadores tengan las mismas condiciones laborales que los residentes de los Estados miembros donde se instalen y puedan acceder a las mismas prestaciones sociales.
Asimismo, Bruselas busca una mayor "concienciación" entre los empleadores sobre los derechos de libre circulación, e implicar más a sindicatos, ONG y otras organizaciones cívicas y sociales en la defensa y aplicación de dichos principios.
En 2012, sólo el 3,1 % de los trabajadores de la UE, es decir, unos 9,5 millones de personas, vivían y trabajaban en otro Estado miembro, mientras que otros 1,2 millones vivían en un país de la Unión pero trabajan en otro.
En el caso de España, el porcentaje de trabajadores desplazados al extranjero -excluyendo a los que viven en España pero trabajan en otro Estado miembro- fue del 1,2 %, menos de la mitad de la media europea.
Fuentes comunitarias descartaron que las medidas propuestas puedan promover una "fuga de cerebros" perjudicial para los países con mercados laborales más deteriorados, argumentando que la partida de trabajadores beneficia más a las economías nacionales que si éstos permanecen desempleados.
Además de realizar transferencias de capital, los trabajadores tienden a volver a sus países de origen cuando la situación económica mejora y aplicar su experiencia adquirida en el exterior, señalaron las mismas fuentes.
Como ejemplo citaron la afluencia masiva de trabajadores polacos a Reino Unido en 2004, gran parte de los cuales volvió posteriormente a su país natal y contribuyó a relanzar su economía.
Por Antonio Hermosín
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