La Eurocámara pide al BCE que busque formas más directas de ayudar a las pymes

La Eurocámara pidió hoy al Banco Central Europeo (BCE) que busque formas para dirigirse a las pymes de manera más directa a fin de facilitar el flujo de crédito a este tipo de empresas y a las familias europeas.

En un informe aprobado hoy por el pleno del Parlamento Europeo por 442 votos a favor, 88 en contra y 40 abstenciones, los eurodiputados afirman que la política del BCE no ha contribuido a aumentar el crédito a las empresas y las familias, en parte porque la ayuda extraordinaria de la institución monetaria al sistema financiero sigue sin estar sujeta a condiciones claras.

La Eurocámara pide al BCE que exija a las entidades beneficiaras aumentar los niveles de crédito a las pymes y a los hogares para evitar que esta ayuda no sea en vano.

El Parlamento recuerda que el crédito a disposición de empresas y hogares sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis y que su crecimiento se ralentizó más aún en 2011.

Mantener el flujo de crédito a las pymes es especialmente importante, ya que proporcionan empleo al 72 % de la población activa de la eurozona, sostienen los eurodiputados.

A pesar de las iniciativas tomadas por el BCE para contribuir a la estabilización de los mercados, la Eurocámara subraya que todavía no se vislumbra una solución estructural para la crisis.

También considera que la imposición de medidas de austeridad en un número creciente de países contribuye a la recesión en la zona euro y a la expansión del contagio y que ocasiona consecuencias como el descontrol de las cuentas públicas, el "desempleo galopante" y la destrucción de la cohesión social.

Según el informe, recomendar la austeridad en el mercado de trabajo como forma de restablecer la sostenibilidad de las cuentas públicas en las economías periféricas es "muy cuestionable".

Además, la Eurocámara considera que la "negativa continua del BCE a ayudar a reestructurar la deuda de las economías deficitarias es muy difícil de justificar a la vista de los resultados económicos en la eurozona" y critica la "falta de transparencia en los métodos de trabajo y la ausencia de fiscalización y control democrático" de la troika, formada además de por la institución con sede en Fráncfort por el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.

Los eurodiputados opinan en este contexto que, en calidad de única institución europea elegida directamente por los ciudadanos, deben ver reforzados su papel en el proceso de toma de decisiones y ser más activos en la supervisión de las políticas económicas y monetarias.

Además, el Parlamento insta al BCE a mejorar sus normas sobre conflicto de intereses aplicadas a los cargos directivos de este organismo y muestra su preocupación por la ausencia de mujeres en el Comité Ejecutivo del BCE.

Considera "urgente" la creación de la unión bancaria para la recuperación económica de la Unión Europea y para ello reclama que se establezca lo antes posible el mecanismo único de supervisión y un nuevo fondo europeo de reestructuración y liquidación bancaria, así como un sistema europeo de garantía de depósitos.

Por último, señala que no debe excluirse una revisión de los tratados, incluidos los estatutos del BCE en relación con las nuevas funciones que tendrá en materia de supervisión prudencial.