Hollande hablará hoy a los franceses por TV con su popularidad por los suelos

El presidente francés, François Hollande, se dirigirá esta noche al país por televisión en un momento delicado en el que su popularidad está por los suelos y con unas perspectivas económicas negras para los próximos meses.

El socialista Hollande será entrevistado en la principal cadena pública, "France 2", en principio durante 45 minutos, a partir de las 20.15 locales (19.15 GMT).

Es la cuarta operación televisiva de este tipo para el presidente socialista desde su elección en mayo pasado, y también la más delicada teniendo en cuenta que ningún jefe de Estado había sido tan impopular después de poco más de diez meses de mandato.

Según un sondeo de CSA publicado hoy, únicamente un 22 % de los franceses lo consideran un buen presidente, mientras que es malo para un 51 %.

Uno de los consejeros del jefe del Estado citado por "Libération" reconoció que era necesario que se dirigiera al país en un momento en que "la cuestión es hasta cuándo puede durar la paciencia de los franceses".

Máxime porque todas las cifras económicas están en rojo y las previsiones de su Gobierno para este año son revisadas a la baja, empezando por la del crecimiento, que según el análisis la semana pasada del Instituto Nacional de Estadística (INSEE) podría caer un 0,1 %.

Hasta finales de febrero, el Ejecutivo oficialmente esperaba una progresión en 2012 de la actividad del 0,8 %, pero ante la prueba de los hechos también tuvo que abandonar el objetivo de reducir el déficit público al 3 % del Producto Interior Bruto (PIB) con el que se había comprometido ante la Comisión Europea (CE).

Pero por encima de todo, las cifras que deben centrar sus explicaciones esta noche son las del paro por su intención de mantener la meta de "invertir la curva del desempleo" para finales de año.

Por el momento, el paro sigue subiendo y en febrero el número de demandantes de empleo registrados se situó en 3.187.000, rozando el récord histórico de 1997.

Otro punto caliente será la fiscalidad, y más en concreto su promesa electoral de crear un impuesto del 75 % para los que ganan más de un millón de euros, que fue tumbada por el Consejo Constitucional en diciembre.

Uno de los pocos anuncios de la noche podría ser, precisamente, el dispositivo que sustituya a esa promesa que arrastra como símbolo del incumplimiento de su programa.

También hay expectativas sobre lo que pueda avanzar de la nueva reforma del sistema de pensiones, después de que a comienzos de marzo reconociera que si no se hace nada su déficit llegaría a 20.000 millones de euros en 2020.