Becerril comenta que "hemos sido poco rigurosos en el control de las instituciones financieras"
La defensora del Pueblo, Soledad Becerril, ha mostrado hoy su convencimiento de que algunos países del sur de Europa "hemos sido laxos en nuestros gastos" y "poco rigurosos en la supervisión de algunas instituciones, incluidas las financieras".
Becerril ha hecho estas consideraciones en un desayuno informativo organizado por el Fórum Europa, en el que ha intervenido Nikiforos Diamandouros, el defensor del Pueblo Europeo, pionero en la creación de un código europeo de buena conducta administrativa.
En la presentación, Becerril se ha referido a las distancias, no sólo geográficas, que hay entre el norte y el sur de Europa y que "no son fáciles de reducir".
"Al sur -ha dicho- le parece que el norte exige demasiado y que nos lo exige en una plazos muy perentorios y breve".
No obstante, ha admitido que "es verdad que hay algunos países que, tanto sus instituciones como los ciudadanos, han sido, hemos sido laxos en nuestros gastos, poco rigurosos en la supervisión de algunas instituciones, incluidas las financieras, y la palabra ahorro no ha sido común en el sur".
Estos países confiaban en la UE porque, según Becerril, "había sido generosa y había sido, y es, una garantía de estabilidad democrática", pero "los vientos han soplado muy fuertes y los cimientos para algunos se han tambaleado".
Aún así, ha recalcado, "la UE sigue siendo el único gran proyecto internacional democratizador hoy en marcha". "Es el único -ha agregado-, si miramos a todos los continentes y además es un proyecto que puede lograr una Europa moderna, innovadora, que sea verdaderamente una potencia que vele por los derechos humanos y su cumplimiento".
Nikiforos Diamandouros ha incidido en que en estos momentos "nos enfrentamos a tiempos difíciles, a grandes problemas económicos y sociales vinculados a la crisis que está afectando a muchos de los estados de la UE".
Pero a él le preocupa también la pérdida de confianza de los ciudadanos en los gobiernos y en las administraciones públicas.
Las últimas estadísticas del eurobarómetro sobre la confianza de en la UE constatan que la confianza en las instituciones europeas cayó de un 48 por ciento en 2009 a un 42 por ciento en 2010, pero además también aumentó en siete puntos la desconfianza hacia la UE hasta situarse en un 47%.
Diamandouros ha incidido en los cinco principios éticos que debe regir la gestión de las instituciones de la UE y que encabezan el código europeo de buena conducta administrativa que ha desarrollado durante su mandato, que concluirá por voluntad propia en octubre.
Los cincos principios europeos de la función pública son compromiso con la Unión Europea y sus ciudadanos, integridad, objetividad, respeto hacia los demás y transparencia.
El defensor europeo, que lleva diez años en el cargo, no ha considerado oportuno pronunciarse explícitamente por las situaciones que atraviesan países como Chipre y España, pero sí ha dicho que sería muy deseable que los principios incluidos en este código se aplicarán a nivel nacional.
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