Minas de Almadén, el tránsito de una mina a un centro tecnológico sostenible
Las milenarias minas de Almadén (Ciudad Real) albergarán, previsiblemente, el almacén definitivo del mercurio excedente de la Unión Europea, con la instalación de una planta industrial capaz de transformar una empresa de actividad tradicional minera en una compañía tecnológica pionera en I+D+i.
Se trata de un proceso de almacenamiento y transformación de un residuo peligroso como el mercurio, en un metal sólido, inerte y no contaminante (inertización), ha afirmado en una entrevista con EFEverde el presidente de Minas de Almadén y Arrayanes (Mayasa), Fernando Murillo, quien ha estimado que este proceso afectará a cinco mil toneladas de este metal en España y quince mil en Europa.
Las minas de Almadén son el mayor yacimiento de mercurio del mundo y se calcula que de ellas se han obtenido más de 250.000 toneladas del preciado metal líquido.
El que fuera secretario general de Paradores de Turismo de España y director general del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha aclarado que los tres soportes de actividad que sostienen la empresa son el tecnológico y la innovación, la sostenibilidad ambiental y el cultural con Parque Minero.
Desde la prohibición en 2011 de la comercialización y exportación de mercurio en el seno de la UE, Mayasa tiene patentadas dos técnicas de almacenamiento para el mercurio.
La primera consiste en un cubo de acero capaz de alojar de manera temporal 50 toneladas del mercurio y con la segunda técnica dicho metal es transformado en un bloque sólido, inerte y no contaminante con forma de lingote o ladrillo que se almacena de manera definitiva en un lugar apropiado.
Esta futura planta de almacenamiento, que cuenta con un periodo de construcción aproximado de un año y que de momento está pendiente de financiación, generará empleos directos además de trabajos colaterales en la comarca de Almadén.
"Es un proyecto clave que permitirá aportar un gran valor añadido a la industria para canalizar los residuos del metal líquido altamente contaminantes", ha afirmado el presidente de Mayasa.
En este contexto, ha subrayado la importancia del Centro Tecnológico Nacional de Descontaminación del Mercurio ubicado en la comarca que, aunque pendiente de conseguir financiación, va a aglutinar entre otras iniciativas la investigación y el desarrollo tecnológico aplicado al problema medioambiental del mercurio.
En cuanto a la actividad medioambiental, Murillo ha apuntado a que Minas de Almadén alberga la Dehesa Castilseras, una finca con una superficie de 9.000 hectáreas destinadas a la ganadería ovina, agricultura de regadío y secano, y aprovechamiento cinegético y forestal.
El objetivo, calificado de "muy ambicioso", es conseguir, en un periodo de tres a cinco años, que la explotación de la finca sea rentable por sí misma sin necesidad de acudir a la Política Agraria Común (PAC).
Murillo ha destacado, por otro lado, la actividad turístico-cultural del Parque Minero (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012), en donde se encuentran la mina -situada a 50 metros de profundidad y explotada durante los siglos XVI y XVII-, el Hospital del Minero y el Museo del Mercurio.
"Estos tres pivotes junto con la propia metalurgia y los hornos que posee (algunos datan del siglo XVII) conforman un gran atractivo turístico en un área muy deprimida, aunque ya hay tour-operadores en la zona que ofertan la faceta turístico cultural del cerco minero con el disfrute del medioambiente".
En este sentido, Murillo ha reiterado que la nominación de patrimonio de la humanidad constituyó un "salto cualitativo" ya que logró que Almadén esté en los circuitos selectos de ciudades de la Unesco, garantía para conservar el patrimonio minero e industrial y arquitectónico del municipio, fraguado alrededor del mercurio.
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