Brasil y Rusia acuerdan la compra de misiles y desarrollo conjunto de armas
Brasil y Rusia firmaron hoy una declaración de intenciones para la posible adquisición por parte de las Fuerzas Armadas brasileñas de al menos cinco baterías de misiles antiaéreos y para el desarrollo conjunto de nuevos equipamientos bélicos.
El documento fue suscrito por representantes de los ministerios de Defensa de ambos países en un acto en Brasilia encabezado por el vicepresidente brasileño, Michel Temer, y el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, quien realizó hoy una visita oficial a este país americano.
El texto prevé la posibilidad de transferencia de tecnología bélica rusa para que empresas estratégicas brasileñas puedan participar en la producción de las armas en asociación con compañías rusas, así como en procesos conjuntos de desarrollo de equipos militares.
La transferencia de tecnología es una de las condiciones que Brasil impone para la adquisición de productos de defensa, lo que se extiende a las baterías rusas en las que el país está interesado.
Brasil ya ha manifestado interés en comprar cinco baterías de misiles antiaéreos rusos, tres del tipo Pantsir-S1 y dos del tipo Igla, según admitió recientemente el general José Carlos De Nardi, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Rusia se ha mostrado dispuesta a transferir la tecnología, pero la compra aún depende de la negociación de precios.
Según fuentes del mercado militar, cada una de esas baterías, con vehículos auxiliares y armamento completo, que supone una dotación de misiles tierra-aire y cañones de 30 milímetros, tiene un coste calculado en unos 35 millones de dólares.
La declaración de intenciones suscrita hoy prevé una intensificación de las negociaciones a partir de marzo, "con vistas a la posibilidad de preparación del contrato para futuras obtenciones" de las baterías rusas, con "una transferencia de tecnología efectiva y sin restricciones".
En el documento, los dos países también señalan el segmento de la defensa antiaérea como el prioritario para las inversiones y los proyectos de desarrollo conjunto.
El acuerdo suscrito es fruto del Plan de Acción de Asociación Estratégica Brasil-Rusia, un pacto de cooperación firmado por ambos países durante la visita que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, hizo a Moscú en diciembre pasado y que da especial énfasis al área de defensa.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa, la modernización del sistema de defensa antiaéreo brasileño es necesaria para garantizar la seguridad de los grandes eventos que el país organizará en los próximos años, como el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016.
El sistema de defensa antiaérea del que Brasil dispone fue adquirido hace más de 30 años y no incluye sistemas de artillería de medio alcance, es decir con capacidad de dar en blancos a hasta quince kilómetros de altitud.
El Pantsir-S1 tiene capacidad de medio alcance y puede llegar a blancos ubicados entre tres y quince kilómetros, en tanto que el Igla es de corto alcance.
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