La Audiencia Nacional confirma la fianza de medio millón para uno de los testaferros de De Cabo

La Audiencia Nacional ha confirmado la fianza de 500.000 euros impuesta a Antonio García Escribano, uno de los testaferros del dueño de Viajes Marsans, Ángel De Cabo, al considerar que esta cantidad no está "fuera de su alcance" dado "el presunto lucro" que obtuvo por su actividad criminal.

Así lo ha ordenado la sección segunda de la sala de lo penal de este tribunal en un auto en el que desestima el recurso de apelación presentado por la defensa de Escribano contra esta medida, y en el que argumentaba su fuerte arraigo familiar y que no existía riesgo de fuga.

Los magistrados justifican la cantidad establecida por el juez Eloy Velasco el pasado 5 de diciembre por las "características y gravedad del delito imputado -blanqueo de capitales- y de la pena con que se le amenaza", además de las circunstancias concretas del caso y las personales del acusado.

Asimismo, subrayan, siguiendo el criterio de la Fiscalía Anticorrupción, "500.000 euros es una cantidad importante y fuera del alcance de la mayoría de las personas, pero no en relación a la capacidad económica del imputado, habida cuenta el presunto lucro obtenido como consecuencia de la actividad criminal".

Escribano fue detenido el pasado 3 de diciembre en el marco de la operación Crucero, en la que también fueron arrestados el empresario valenciano y el expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, para los que Velasco fijó dos días después unas fianzas de 50 y 30 millones de euros, respectivamente, para poder eludir la cárcel.

No obstante, el pasado lunes la Audiencia Nacional rebajó esa cifra para Díaz Ferrán a 10 millones de euros al considerar que "podría ser excesiva" la cantidad inicial, además de su avanzada edad (70 años) y su arraigo personal y familiar.

La misma sala tiene pendiente aún de resolver los recursos del propio De Cabo y el de su mano derecha, Iván Losada, para el que fijó una cantidad de 30 millones de euros.

Además, debe aún pronunciarse sobre las fianzas de 500.000 euros impuestas al cuñado de De Cabo, Teodoro Garrido, y otro de sus testaferros, José Pardo Manrique.