El consumo de cemento se hunde un 34 por ciento en 2012, la mayor caída de su historia

El consumo de cemento se desplomó un 34 % en 2012 hasta contabilizar 13,5 millones de toneladas, una caída que representa el mayor descenso porcentual experimentado por el mercado doméstico español a lo largo de su historia, según datos de la patronal cementera Oficemen.

De hecho, hay que remontarse 77 años -a 1936- para encontrar una caída mayor en la demanda de cemento, lo que para la agrupación de fabricantes de cemento refleja el "pésimo" estado de salud del mercado cementero español y aleja aún más el horizonte de la recuperación del sector.

En un contexto marcado por las intensas caídas en el consumo de cemento a raíz de la paralización de los proyectos de obra civil en una nueva recesión económica, el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, prevé una caída cercana al 20 % para este año.

Y es que, a pesar de que diciembre es tradicionalmente uno de los meses con menor consumo de cemento en nuestro país, las cifras registradas han sido aún perores a las esperadas con un descenso de casi un 37 % y cerca de 760.000 toneladas, una cifra que no se veía en España desde principios de los años sesenta del pasado siglo, señala en un comunicado.

Por lo que respecta a la producción de cemento en 2012, el descenso acumulado fue del 28,6 %, hasta los 15,8 millones de toneladas, en tanto que en el mes de diciembre la caída fue del 30 %, hasta las 919.580 toneladas.

Junto a lo que la patronal califica de "pésima" situación del mercado doméstico, los fabricantes españoles están viendo limitada su capacidad exportadora por los mayores costes energéticos que tienen que soportar, lo que limita la competitividad de la industria española respecto al otros países del entorno.

Así, en 2012, el sector cementero exportó 5,9 millones de toneladas de cemento, menos de la mitad de los 13 millones que nuestro país consiguió vender en los mercados exteriores en 1983.

Las importaciones, que apenas supusieron medio millón de toneladas en el total de 2012, también cayeron un 50 % respecto a 2011.

Recientemente, la patronal revisó a la baja las previsiones de consumo para 2012, para el que esperaba un recorte estimado del 33 % desde el 12 % inicial, un dato que se ha visto empañado por la nueva entrada en recesión de la economía española, la paralización de la inversión en obra pública y el "stock" de vivienda nueva sin vender.

Con estos datos, el presidente de la agrupación de fabricantes de cemento de España, Juan Béjar, advirtió entonces de que este año iba a ser necesario un ajuste adicional de la capacidad productiva y del empleo, al tiempo que señaló que algunas compañías se estaban planteando desmontar sus fábricas en España y trasladarlas a otros países más competitivos.