_
_
_
_
MARSELLA CAPITAL CULTURA

La muestra «Ici, ailleurs» cuestiona la identidad en el contexto mediterráneo

Fotografía facilitada por el bilbaíno Javier Pérez (1968) de su escultura "Virgo Mater",  una representación de la Virgen desnuda y embarazada que aparece cubierta con una tela pegada al cuerpo, con la que se juega con la oposición entre lo carnal y lo espiritual, que forma parte de "Ici, ailleurs".
Fotografía facilitada por el bilbaíno Javier Pérez (1968) de su escultura "Virgo Mater", una representación de la Virgen desnuda y embarazada que aparece cubierta con una tela pegada al cuerpo, con la que se juega con la oposición entre lo carnal y lo espiritual, que forma parte de "Ici, ailleurs".EFE

"Ici, ailleurs", exposición con el Mediterráneo como vínculo entre 39 artistas contemporáneos, se presenta por méritos propios como una de las cabezas de cartel de los actos de Marsella como capital cultural europea, que durante un año van a revolucionar su vida artística.

La Friche Belle de Mai, un antiguo edificio industrial del siglo XIX, ha sido el lugar elegido para enmarcar una propuesta que ofrece una visión actualizada de creadores que, sin renegar de sus países de origen, pretenden trascender las fronteras nacionales.

"Los artistas no pueden ser definidos por identidades que reposan en territorios geográficos con fronteras delimitadas en el pasado. Son nómadas y sus viajes y estancias constituyen una experiencia existencial" que se acaba convirtiendo en parte de su obra, afirma la comisaria de la muestra, Juliette Laffon.

De ahí el título de la exposición, "Aquí, en otra parte", y la singularidad de una exhibición que hasta el 31 de marzo repasa el panorama actual del arte mediterráneo y se interroga sobre cuestiones de identidad, ciudadanía e incluso género.

Pinturas, fotografías, esculturas, películas e instalaciones visuales se mezclan en esa reflexión sobre la sociedad, que deja al público la extracción de conclusiones pero le da los elementos necesarios sobre experiencias de exilio, desarraigo o emigración.

"La cultura ha tenido siempre un efecto de 'palanca', es un verdadero instrumento de encuentro con el público, de socialización, y es lo que la Friche debe hacer como espacio público y para todos los públicos", señaló a Efe el director de ese centro, Alain Arnaudet.

Entre los 39 artistas se cuela un nombre español, el del bilbaíno Javier Pérez (1968), que presenta su escultura "Virgo Mater", una representación de la Virgen desnuda y embarazada que aparece cubierta con una tela pegada al cuerpo, con la que se juega con la oposición entre lo carnal y lo espiritual.

Cabe destacar también a Taysir Batniji, natural de Gaza, y su obra "El ser humano no vive solo de pan", una composición de jabones de Marsella en los que ha impreso el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, relativo a la libertad de circulación de personas y a su derecho a elegir su país de residencia.

Los ataques sexistas han sido plasmados de la mano de la artista libanesa Lara Baladi, que presenta su obra "La libertad vendrá", la escultura de un gran cinturón de castidad "contra la censura y toda forma de prohibición o amenaza de la libertad de las mujeres".

Los artistas invitados pertenecen a la generación nacida en los años sesenta y setenta, que en plena era de la globalización cuestionan el orden establecido, y con esta oportunidad exhiben en una ciudad que es en sí misma un crisol de culturas.

"Marsella es una ciudad cultural y artística de emergencia y sobresale en campos como el teatro o el cine. Tiene verdaderos medios y esta capitalidad saca todo esto a relucir", remachó Arnaudet.

El Ayuntamiento calcula el presupuesto dedicado a los actos de la capitalidad europea en más de 90 millones de euros, gran parte ofrecidos por la Unión Europea (UE), con los que se busca una absoluta reconversión urbanística y social de la ciudad.

La fiesta inaugural para celebrar la elección como una de las dos Capitales Europeas de la Cultura este año, junto con la eslovaca Kosice, tuvo lugar este fin de semana, en el que se ha presentado un ambicioso programa cultural con más de 400 eventos, de los que 60 son exposiciones.

Las exposiciones "Mediterráneos" y su recorrido por las distintas culturas bañadas por ese mar, así como la muestra contemporánea "Cadáver exquisito", en la vecina Aix-en-Provence, completan el trío de ases con el que atraer a los visitantes.

"Vamos a sacar partido de todo esto, mirar para adelante - concluyó Arnaudet- y disfrutar de esta fiesta para que Marsella muestre toda su creatividad y su originalidad".

Estíbaliz Ortiz de Orruño

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_