ThyssenKrupp cambia su estrategia tras perder 5.000 millones de euros
El grupo industrial alemán ThyssenKrupp va a cambiar su estrategia tras perder 5.000 millones de euros en su último ejercicio económico 2011-2012, que concluyó a finales de septiembre.
El consejero delegado de ThyssenKrupp, Heinrich Hiesinger, denunció hoy en la presentación de los resultados anuales grandes fallos en la dirección y anunció un nuevo comienzo.
"No voy a disimular nada, está claro que en el pasado mucho ha salido mal", dijo Hiesinger, que comenzó a presidir ThyssenKrupp a comienzos de 2011.
ThyssenKrupp tuvo en su año fiscal 2011-2012 una pérdida neta de 5.000 millones de euros, frente a unos números rojos de 1.800 millones de euros del ejercicio anterior, por amortizaciones en su división de acero.
La facturación cayó en el mismo periodo un 6 %, hasta 40.100 millones de euros, por la bajada de volúmenes de venta y de precios en operaciones de materiales.
El beneficio operativo (Ebit) de operaciones continuas se redujo a la mitad, hasta 1.400 millones de euros, por la debilidad de las actividades con materiales.
Tras una reunión del consejo de supervisión, la compañía informó la pasada noche de que las actividades de acero en Brasil y EEUU sufrieron unas amortizaciones de 3.600 millones de euros en el año fiscal que concluyó a finales del pasado septiembre, 1.500 millones de euros más que el año anterior.
Como consecuencia de estos resultados la mitad del comité ejecutivo abandonará la empresa a finales de año: el director de Cumplimiento, Jürgen Claassen, el director de Tecnología, Olaf Berlien, y el Director de la división de Acero, Edwin Eichler.
ThyssenKrupp quiere fortalecer ahora su división de Tecnología y quitar peso a la de Acero.
Las actividades de acero en América, de las que ThyssenKrupp se quiere desprender, contabilizarán en el futuro como actividad discontinua.
ThyssenKrupp no repartirá dividendos por el ejercicio económico 2011-2012, por primera vez en su historia.
"El desastre en Steel Americas nos ha mostrado que nuestra cultura directiva ha fallado en muchas partes de la compañía", dijo el presidente de ThyssenKrupp.
"Enchufismos y una lealtad ciega fueron más importantes en ThyssenKrupp que el éxito empresarial. Se cuidó una cultura en la que se prefirió silenciar irregularidades y desarrollos erróneos a corregirlos", según Hiesinger en relación a algunas prácticas empresariales turbias y los números rojos.
Hiesinger quiere establecer una nueva cultura empresarial y romper estructuras viejas.
Además, Hiesinger anunció que la proporción de la división de Acero en la facturación total de la compañía se va a reducir desde el 40 hasta el 30 %.
El 70 % restante serán materiales, servicios de logística y bienes industriales.
Las acciones de ThyssenKrupp cerraron en la bolsa de Fráncfort con una subida del 5,6 %, hasta 17,17 euros.
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