Iberia tiene que pagar las pensiones de British hasta 2026, según el Sepla
El sindicato de pilotos Sepla ha señalado hoy que los acuerdos de fusión entre Iberia y British Airways (BA) dejan claro que hasta 2026 la caja de la aerolínea española responde del pago de las pensiones de la británica.
En el momento de la fusión, con la creación en enero de 2011 del grupo aéreo IAG, en el que se integran ambas compañías, BA estaba prácticamente quebrada, con un agujero de casi 5.000 millones de euros, debido precisamente a sus planes de pensiones, ha apuntado el sindicato en un comunicado.
Iberia ha acusado hoy al Sepla de mentir sobre la compañía, sin aportar "ni un solo dato cierto" que corrobore su campaña de propaganda, para ocultar la falta de competitividad de los pilotos, debido principalmente a sus elevados sueldos.
El sindicato se defiende y asegura que sus denuncias se basan en los datos oficiales publicados por Iberia e IAG y discrepa con la empresa en cuanto, entre otras cuestiones, a la utilización que se ha dado a la caja.
Según los pilotos, en los 21 meses posteriores a la fusión, se han perdido 1.019 millones de euros de la caja, sin que se haya explicado dónde están 700 millones que faltan desde 2008, ya que a 31 de diciembre de 2007, había 3.003 millones de euros, y critican que ahora IAG pretende emplear lo que resta en el despido de 4.500 empleados de Iberia anunciado la semana pasada.
En cuanto a la competitividad de los pilotos, el Sepla ha recordado que la aplicación del laudo dictado en mayo e impugnado por la compañía, significa un ahorro de 111 millones de euros anuales, y que sus colegas de BA han visto aumentar su salario un 7,5 %, mientras que los de Iberia están congelados.
El Sepla mantiene que, desde 2008, los ingresos de Iberia, debido al vaciamiento de producción impuesto por los británicos, se han reducido en más de 900 millones de euros, lo que no se habría producido si la producción se hubiera mantenido dentro de la compañía.
Desde la fusión, Iberia ha abandonado las rutas de largo radio: Johannesburgo (Suráfrica), Fortaleza y Recife (Brasil) y Córdoba (Argentina); ha reducido frecuencias en otras como las estadounidenses Miami, Los Ángeles o Chicago.
En el segmento de corto y medio recorrido, se eliminan rutas históricas, como Berlín, Amsterdam, Estocolmo, Fuerteventura, Málaga, Alicante, Sevilla, Palma de Mallorca; Lanzarote, ha lamentado.
Según el Sepla, Iberia ha dado instrucciones para desviar el pasaje de conexiones a través de Londres, con el fin de que sea BA quien se encargue del traslado, por ejemplo, de los pasajeros que quieran ir a Berlín o a Estocolmo.
En Miami, donde Iberia ha invertido cientos de millones de euros, la británica ha impuesto un cambio de horario, lo que significa que los viajeros de la española que lleguen a ese aeropuerto no tendrán conexión ni a la ida ni a la vuelta y que se traspasen a BA, ha añadido.
Además, mientras que la decisión empresarial británica se centra en aumentar el tamaño de BA, integrando a Bmi (comprada a Lufhansa) en su estructura, la española se fragmenta mediante la creación de IB Express, la compra de Vueling y la cesión de rutas de Air Nostrum, ha detallado.
Iberia también está sufriendo un trasvase de las áreas de negocio rentables y valiosas a IAG, como Carga o Sistemas y la Bases de Datos de Clientes (Iberia Plus), que, en caso de esta última, ha sido transferida al programa Avios, controlado al 100 % por los ingleses, de acuerdo con el sindicato.
El Sepla culpa, asimismo, a los británicos de que Iberia no haya realizado la renovación de flota que hubiera supuesto un ahorro de más de 400 millones de euros, y denuncia su aspiración a operar libremente en la T4 de Madrid-Barajas, ya que su aeropuerto en Londres está saturado y sin posibilidad de crecimiento.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.