_
_
_
_
AUSTRALIA CHURROS

El churro picante, con tomate o en té verde conquista los paladares en Australia

La propietaria de una de las churrerías más antiguas de Málaga, Rosa María Martín, rememora los churros ensartados en un junco, un manjar para los niños que pervive frente a la bollería industrial y que tiene un origen remoto, aunque sí se tiene certeza de que es una receta española apreciada en todo el mundo. EFE/Archivo
La propietaria de una de las churrerías más antiguas de Málaga, Rosa María Martín, rememora los churros ensartados en un junco, un manjar para los niños que pervive frente a la bollería industrial y que tiene un origen remoto, aunque sí se tiene certeza de que es una receta española apreciada en todo el mundo. EFE/ArchivoEFE

Churros calientes y picantes, rellenos con huevos revueltos, churros secados al sol bañados en salsa de tomate o de aguacate e incluso churros con Vegemite, una pasta típica australiana elaborada con extracto de levadura y vegetales, son parte del menú ofrecido en los locales de la ya popular cadena llamada Spanish Doughnuts.

Este negocio de comida rápida, que prepara este manjar a la vista del cliente, también tiene los tradicionales churros con chocolate y otras variedades más exóticas como los cubiertos con menta o chocolate blanco y almendras, los glaseados o los rellenos con mermelada, dulce de leche, manzanas y canela, maracuyá o fresas con crema.

Y entre las recientes creaciones se cuentan el churro bañado con una crema de té verde y azúcar en polvo, así como el churro relleno de crema a la catalana, que es un tributo a la ciudad de Barcelona, dijo a Efe el propietario y director de la compañía, Michael Aldemir.

Esta cadena, que tiene varios establecimientos en Australia, uno en China y planea abrir otros en Turquía, Malasia, Singapur, Corea del Sur y en los Emiratos Árabes Unidos, persigue hacer negocio a cualquier hora del día y satisfacer los gustos de sus consumidores de diverso origen étnico en la Australia pluricultural.

Por ello Aldemir no duda en desafiar el concepto tradicional que se tiene del churro, que en España se come a menudo con chocolate caliente, y busca constantemente nuevas versiones que ayuden a su negocio a competir con otras cadenas especializadas en postres y en particular, en la venta del muy comercializado "donut".

Aldemir, de origen turco, asegura que el volumen de su negocio, que nació hace menos de un lustro en la ciudad de Melbourne, se duplica cada año y cada vez es más popular entre los jóvenes y adultos de unos 35 años, principalmente de origen asiático.

El churro no solo se ha popularizado como un postre de comida rápida sino que también ha sido incorporado al menú de restaurantes y locales de estilo "gourmet" como la Chocolatería San Churro, que surgió después de que en 2004 Giro Maurici y Kelly Smith realizaran un viaje por el mundo que los llevó hasta una churrería en España.

Allí en Madrid esta pareja se dio cuenta del "potencial que un negocio similar y a gran escala podía tener en Australia", dijo a Efe, el director de Marca y Mercadotecnia de San Churro, Mark Attard.

A partir de entonces San Churro comenzó a crecer y a expandirse en varias ciudades de Australia, aunque los churros también pasaron por algunas transformaciones para adaptarse al mercado local.

Por ejemplo, el churro se rebaña en chocolate puro derretido en lugar de chocolate caliente o se sirve a manera de tapas con una gran variedad de chocolates blanco o negro, en "fondue" o como elemento central en el postre llamado "banana sundae".

"Nuestra fortaleza es la dedicación a la calidad del producto, somos muy estrictos en la calidad del chocolate y la frescura del churro", aseguró Attard tras destacar que en los últimos seis años su empresa ha vendido millones de churros.

Una de las claves del éxito de los churros en Australia es la variedad de gustos de los australianos respecto a la comida y la pasión de su gente por probar productos de todas partes del mundo, agregó el ejecutivo de San Churro.

En otros lugares de Australia también hay pequeños negocios de churros y empresas que los venden al por mayor desde que dejó de ser un producto que se ofrecía solo en festivales y una comida con toque latino en restaurantes de la ciudad.

Rocío Otoya

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_