La presidenta argentina niega que exista un "cepo cambiario"
En un acto en la sede del Ejecutivo, la mandataria precisó que, de esa cifra, unos 49.600 millones de dólares se destinaron al pago de importaciones, unos 10.500 millones al pago de deudas del sector privado y unos 5.500 millones se fueron a través de los gastos de los turistas argentinos en el exterior.
Fernández dijo que, por otra parte, en lo que va de año salieron 6.357 millones de dólares de las reservas del Banco Central argentino para cancelar títulos públicos y deudas con organismos internacionales.
"¿De qué cepo cambiario están hablando? Aquí lo único que hay es cepo democrático para el cumplimiento de la ley", afirmó la mandataria.
El Gobierno argentino impuso las primeras restricciones cambiarias destinadas a "desdolarizar" la economía en noviembre de 2011 y las endureció en julio pasado, cuando prohibió la compra de divisa extranjera para atesoramiento y para la adquisición de inmuebles y aumentó los controles a quienes solicitan dólares para salir de viaje.
Los controles se reforzaron luego con la implementación de una tasa del 15 por ciento a los consumos en el exterior con tarjetas de crédito.
Las normas del Fisco, destinadas a evitar la fuga de divisas, restringieron en la práctica el acceso de muchos inversores al mercado cambiario formal, lo que hizo resurgir los circuitos informales de compraventa de divisas.
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