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SOCIEDAD PERFUMES

Jimmy Boyd afirma que el mejor olor es el del propio cuerpo, "sin disfraces"

El perfumista Jimmy Boyd y la concejala de Turismo del Ayuntamiento de León, Susana Travesí, presentan el perfume "Esencia de León". EFE/Archivo
El perfumista Jimmy Boyd y la concejala de Turismo del Ayuntamiento de León, Susana Travesí, presentan el perfume "Esencia de León". EFE/ArchivoEFE

Boyd, que esta semana ha dirigido un taller en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), afirma, en una entrevista con Efe, que la ducha diaria es "una manía de la gente" para no oler a nada y después perfumarse de nuevo, lo que significa aplicarse grasas de glándulas animales, cuando el ser humano ya segrega su propio olor.

En su opinión, los mejores perfumes son aquellos creados con pocos productos, porque "cuántos más elementos se utilizan, más impersonal es el resultado". Las fragancias de las grandes marcas incorporan entre 80 y 150 elementos distintos, precisa.

Para Boyd, director de producción de perfumes Rochas durante siete años y asesor creativo de diversas marcas internacionales como Margaret Astor, los perfumes son "emociones".

Se define como un perfumista emocional y defiende que el sentido del olfato es el que tiene "una mayor conexión con los sentimientos más profundos y las experiencias vividas".

"Nuestras fosas nasales son como un túnel del tiempo. Recibes un impacto olfativo que te traslada, en segundos, a momentos vividos muchos años atrás", dice.

Sin embargo, cree que actualmente la sociedad "se basa" en la vista y el oído y que el olfato "está en decrepitud desde que el hombre dejó de ser cazador". De hecho -apunta- otros animales como los perros y los gatos son capaces de percibir "hasta mil veces más" los olores que el ser humano.

Jimmy Boyd explica que las preferencias de los humanos en cuanto a olores dependen de factores como la cultura, la educación, los patrones familiares o las vivencias personales y, en su caso, su favorito es la bergamota -un híbrido entre la naranja y el limón- "por su carácter fresco y equilibrado" y el ámbar "por su sensualidad".

Según el perfumista, los olores "influyen" en los estados de ánimo y, por ejemplo, la esencia de lavanda ayuda a relajar, la menta a concentrarse, el té favorece la comunicación, el jazmín la creatividad y la vainilla, la sensualidad.

Las zonas del cuerpo adecuadas para perfumarse son "las más cálidas", es decir, aquellas donde la irrigación sanguínea es más superficial, como el interior de las muñecas y los codos, detrás de las rodillas, en los lóbulos o en la nuca, donde nace el cuero cabelludo, explica.

Además, aconseja no utilizar colonia en momentos donde se necesitan otros sentidos como antes de una comida, en un concierto en un recinto cerrado o un museo ya que, a su juicio, "puede distraer, despistar y desconcentrar".

Su pasión por la perfumería comenzó en su infancia, cuando pasaba tres meses al año en el campo con su abuela y afirma que se habría dedicado a la cocina o a la fotografía en caso de no ser perfumista, unas profesiones "que también le hubieran permitido conectarse con los sentidos".

Para aquellos que aun no están conectados con su olfato, recomienda "anular la mente y respirar profundamente, desde el vientre y sintiéndolo". "Con esta práctica ya se tiene más de la mitad del camino ganado", señala.

El perfumista, de padre escocés y residente en Cataluña, cree que la experiencia en la UIMP de "fantástica" y ha confirmado que volverá a impartirlo el año que viene.

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