El golf, aliado para vender casas de lujo
Estar junto al campo de golf es un valor añadido que encarece entre un 10% y un 20%
Son pocas, son exclusivas y sus puertas están abiertas a la sociedad más adinerada. Son las viviendas de lujo en grandes urbanizaciones con campos de golf. El lujo al cuadrado. En Madrid tienen nombre propio: La Moraleja, Ciudalcampo, Las Rozas y Puerta de Hierro.
Golf y lujo es un tándem que funciona mejor junto que por separado. “El golf ayuda a vender viviendas; tenemos clientes que prefieren comprar si hay campos de golf”, dice José Luis Pérez Cremades, director general de Gilmar. Generalmente son empresarios, banqueros, políticos y deportistas.
En estas urbanizaciones se sigue vendiendo, “aunque el ritmo se ha ralentizado algo y los precios son más bajos”, dice Gonzalo López-van Dam, director comercial de Promora.
En Madrid el precio que hay que pagar por ser propietario de una vivienda de lujo asociada a un campo de golf parte de unos 800.000 euros. “Desde ese precio se puede acceder a un chalé de 200 o 300 metros en parcela de más de 500”, dice Elisa Morillo, directora de expansión de Foro Consultores. A partir de ahí, lo que el cliente esté dispuesto a pagar. En La Moraleja, en Alcobendas, se venden casas independientes junto al golf que pueden llegar a costar hasta 12 millones de euros.
En La Moraleja se venden casas desde los 3,5 hasta los 12 millones de euros
“Estar junto al campo de golf es un valor añadido que encarece entre un 10% y un 20%”, explica Pérez Cremades. Es el precio a pagar por unas vistas a un inmenso jardín que, por suerte, mantienen otros. Se vende ubicación, pero también “la garantía de que las vistas no se perderán a causa de futuras construcciones”, añade Kristina Szekely, responsable de la agencia del mismo nombre. “Así, la mitad compra por imagen y prestigio. Y la otra mitad porque son jugadores de golf, un deporte que siempre se ha movido en la élite”, dicen en Engel & Völkers.
“Es un mercado que resiste mejor, ya que el lujo siempre será una inversión segura que nunca pierde valor”, explica Marisol Serrano, directora comercial del grupo inmobiliario La Quinta. “Ante la bajada de precios, el público con gran poder adquisitivo invierte en este tipo de casas”, apunta Morillo, que recuerda: “No deja de ser una inversión con posibilidad de revalorizarse”.
Una de las urbanizaciones con más prestigio de Madrid es La Moraleja. Allí, Gilmar tiene en venta chalés en torno al campo de golf, de entre 600 y 900 metros en parcelas que parten de los 2.500 metros. Sus precios van de 2,3 a 3 millones de euros. “Antes costaban hasta un 30% más”, recuerda Pérez Cremades. Promora comercializa chalés de 700 metros sobre parcelas de 2.500, junto al campo, que parten de 3,5 millones de euros.
Y en pleno campo de golf está el residencial Hoyo 10, en La Moraleja. Desde 800.000 euros se puede comprar una vivienda de una planta, con tres dormitorios y dos baños.
En Sotogrande hay villas de 250 metros junto al campo de golf desde 695.000 euros
Sin dejar el norte, siguiendo por la carretera de Burgos, está Ciudalcampo, entre San Sebastián de los Reyes y Colmenar Viejo, una zona protegida que linda con el paraje del Soto de Viñuelas. Aquí un chalé independiente reformado de 500 y 700 metros sobre parcela de 2.500 cuesta desde 1 millón de euros.
El conjunto residencial fundado en 1968 está integrado por casi mil parcelas para chalés independientes, además de cinco pequeñas urbanizaciones de viviendas en altura, adosados y pareados. Todavía quedan algunas parcelas sin construir.
El lujo y seguridad son las claves de Ciudalgolf, urbanización situada dentro de Ciudalcampo, a 15 minutos de Madrid. “Si bien no está localizada en un campo, el golf es un valor añadido al estar rodeada de Moraleja III y IV, Real Sociedad Hípica Club de Campo, Santo Domingo Pitch & Putt y RACE”, asegura Verónica Manrique, directora de Ciudalgolf.
Las viviendas independientes, con jardín y piscina privadas, tienen una superficie de 536 metros en tres plantas, sobre parcelas de hasta 1.400 metros. En este momento hay en venta un 25% de la promoción, que consta de 75 viviendas, y cuestan 1.650.000 euros. El tipo de cliente que compra son parejas de jóvenes profesionales con hijos en edad escolar. “Y hay bastantes jugadores de golf”, señala Manrique.
En el Golf de Las Matas, en Las Rozas, hay en venta unifamiliares aislados de unos 500 metros construidos en parcela de 2.500 metros y una antigüedad de apenas ocho años. La firma Gilmar tiene cuatro en cartera a precios que van de 1,1 a 1,3 millones de euros. “Es un precio impensable hace cinco años, cuando se vendían por dos millones de euros”.
En Son Vida se venden 20 casas al año, con precios que van de 1,3 a 10 millones de euros
En la capital madrileña, la urbanización Puerta de Hierro registra precios más elevados. Una vivienda en primera línea del campo de golf, de 930 metros construidos en parcela de 1.600 metros, cuesta 5,5 millones de euros.
Pero el templo del golf es, sin duda, la Costa del Sol. Desde Málaga a Sotogrande (Cádiz) se disponen 72 campos. Aquí la oferta se desboca. Se pueden encontrar desde pequeñas viviendas en terrenos de 500 metros hasta casas en parcelas de más de 10.000 metros. “Los apartamentos en primera línea del campo de golf tienen precios entre 230.000 euros y dos millones de euros, y villas entre 450.000 euros y 5,5 millones de euros”, explica Pía Arrieta Morales, de DM Properties, que añade que en esta costa el encarecimiento de una propiedad en primera línea de golf es del 30%.
Pero en la Costa del Sol una parte del mercado ligado al golf “ha dejado de identificarse con un producto exclusivo ante la necesidad de vender el alto stock disponible. De hecho, hoy se puede encontrar producto de uno y dos dormitorios por menos de 100.000 euros. Y se han adaptado a un perfil de clase media, generalmente extranjeros”, según María Monasterio, directora de Aguirre Newman Andalucía. “Dentro de esta denominación están las ampliaciones o nuevos complejos de golf como Valle Romano (Estepona), Doña Julia (Casares), La Duquesa (Manilva), La Alcaidesa (San Roque) Guadalmina (en Marbella, a partir de que Fadesa se convirtiera en máximo accionista), Santa Clara (Marbella) o Baviera (Vélez-Málaga)”, prosigue. Por ejemplo, Gilmar vende en Guadalmina apartamentos de dos dormitorios y 80 metros que cuestan 200.000 euros.
Con razón Kristina Szekely recuerda: “Por el simple hecho de poseer una vivienda junto a un campo de golf no nos vamos a salvar de la bajada de precios. Lo más importante es la calidad y reputación del golf”. Por ejemplo, “las propiedades situadas en los mejores complejos de Marbella, como La Zagaleta, siguen vendiéndose”. Promociones de obra nueva de lujo y golf hay en Los Monteros, en Marbella, con pisos de 280 metros, de tres dormitorios y el de servicio, por 1,7 millones de euros.
En el resort de La Quinta, en Benahavís, se vende una treintena de apartamentos de lujo que van desde 120 a 190 metros en parcelas desde 1.000 metros y villas desde 450 metros construidos. Los precios de los apartamentos van desde 300.000 a 800.000 euros. “El perfil de nuestro cliente es en un 50% jugador de golf, de entre 40 y 60 años y de origen tanto extranjero (del norte de Europa) como nacional”.
En Ciudalgolf está en venta el 25% de la promoción y las viviendas cuestan 1.650.000 euros
Ya en Cádiz, el lujo se llama Sotogrande, en la localidad de San Roque, urbanización de prestigio en Europa, propiedad de NH Hoteles y cuyo éxito es su baja densidad. Reconocen que este año las operaciones han sido inferiores, aunque se sigue vendiendo porque además de golf hay otros deportes como náutica, pádel, tenis, hípica y polo.
Hay en venta villas desde 250 metros construidos junto al campo de golf con una parcela que parte de 1.000 metros y cuyo precio arranca en 695.000 euros. Entre sus urbanizaciones destaca la de Las Cimas.
Rumbo a la isla de Mallorca, Son Vida es otro paraíso para golfistas, ya que, además de sus tres campos de golf que suman 63 hoyos (Golf Son Vida, Golf Son Quint y Golf Son Muntaner), este complejo está a tiro de piedra de otros como Son Antem, Santa Ponsa, Son Termens y Son Gual.
Tiene más de 300 villas escondidas con terrenos de un mínimo de 1.000 metros en la parte nueva y 2.000 en la parte antigua. “Las superficies de las casas van desde los 250 hasta los 3.000 metros”, explican en la agencia internacional Engel & Völkers.
En Son Vida se vende una media de 20 propiedades al año, con precios que oscilan entre el 1,3 y 10 millones de euros para villas, entre 400.000 euros y 2 millones para terrenos y entre 550.000 euros y 1,8 millones para áticos y apartamentos. El 60% de los compradores es extranjero.
Posiblemente, el campo de golf de Sitges sea uno de los mejor ubicados de Cataluña. El principal demandante es extranjero, acostumbrado a vivir en un ambiente de alto standing y no necesariamente jugador golf. Engel & Völkers vende una villa por 3.750.000 euros.
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