El BBVA se queda Unnim con 953 millones de ayudas de la banca
El Fondo de Garantía cubrirá pérdidas de hasta 4.800 millones en créditos morosos El banco paga un euro y asume riesgos por morosidad por unos 1.200 millones en la peor situación Santander, Popular e Ibercaja también pujaron por la entidad nacionalizada
Dentro de unos días se cumplirán tres años desde la primera intervención, la de Caja Castilla La Mancha (CCM). Desde entonces, otras tres cajas han sido nacionalizadas y vendidas. Dos de ellas han quedado en manos de otras cajas: Liberbank se hizo con CCM y la BBK con la cordobesa Cajasur. Los bancos se han hecho con otras dos: Caja Mediterráneo (CAM) y, desde este miércoles, el BBVA es dueño de la catalana Unnim.
La operación no es de gran relevancia para las cuentas del banco vasco, ya que supone incrementar su tamaño en España en un 10%. Unnim, fruto de la unión de Caixa Sabadell, Terrasa y Manlleu, tiene 30.000 millones de balance, frente a los 310.000 millones del BBVA en España. Por escasa diferencia, la entidad presidida por Francisco González se convertirá en la mayor por activos en España, con 340.000 millones, unos 10.000 millones más que Bankia.
La estructura de la operación fue similar a la venta de la Caja Mediterráneo (CAM), aunque esta vez no hay ayuda de liquidez. Unnim salió a subasta y se la ha llevado el que menos ayuda ha pedido. El BBVA se la ha quedado por un euro después de que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de bancos y cajas asuma el pago de 953 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Además de los 953 millones, que es el mínimo de capital, el FGD concederá al BBVA un segundo soporte: un esquema de protección de activos (EPA) a 10 años, es decir, un colchón ante posibles créditos morosos. La cartera de activos inmobiliarios protegida asciende a 6.000 millones, según fuentes del FROB. De ellos, el Fondo de Garantía asumirá el 80% de las pérdidas y el BBVA el 20% restante. Es decir, el FGD aceptará pérdidas potenciales por 4.800 millones en promotores, suelo y construcción, mientras que el BBVA asumiría un riesgo de 1.200 millones si no se recuperara ningún crédito, circunstancia poco probable, aunque una parte de esas cifras se absorbería con las provisiones existentes. El BBVA admite unos 1.000 millones de riesgo en esta compra.
Los expertos vaticinan que la “pérdida esperada” de esta cartera problemática ascenderá a 2.635 millones. Según el informe que ha hecho un auditor para el FROB, de los 6.000 millones de créditos problemáticos 2.635 millones no se recuperarán.
Para hacer frente a este agujero, Unnim cuenta con provisiones por valor de 1.300 millones. Si se descuentan estas dotaciones, las pérdidas netas de la cartera serían de 1.335 millones. De ellas, el 80% correspondería al FGD (1.068 millones) y el 20% al BBVA (267 millones). Este es el mejor de los mundos. Cuando se adjudicó la CAM, los auditores dijeron que la pérdida podía ser de unos 5.000 millones y el comprador, el Sabadell, la ha estimado en unos 12.000 millones.
Unnim es atractiva para el BBVA por sus 15.000 millones en depósitos y la fidelidad de una clientela que en un 60% tiene a la entidad como primera entidad. Por el contrario, los riesgos son la fuga de clientes por la desaparición de la caja y la distracción que supondrá la integración y la inevitable dedicación que exigirá en riesgos.
La factura la paga la banca
Toda la factura de la reestructuración correrá a cargo de la banca que, a su vez, cobrará estos gastos extra a sus clientes. El problema es que el FGD no tiene más de 3.000 millones de patrimonio, una cifra claramente insuficiente para hacer frente a las facturas de la CAM, Unnim y las que vengan. El sector está preocupado por los costes de la reestructuración, pero el Gobierno insiste en que no pondrá dinero público.
La entidad presidida por González ha ganado la subasta al Santander, Banco Popular e Ibercaja. Estas entidades pidieron “cientos de millones más de ayudas, no una gran diferencia y alguna línea de liquidez”, según fuentes conocedoras de la operación. Los favoritos en el sector eran Popular e Ibercaja. No obstante, González ya había declarado su interés por elevar su cuota de mercado en Cataluña. Ayer afirmó que la operación es “buena” para ambas entidades y para el sistema financiero español. El movimiento forzará a mover ficha a los competidores, sobre todo La Caixa y en el Santander.
Probablemente los perdedores de la venta de Unnim, administrado por el FROB desde el pasado 29 de septiembre de 2011, serán los usuarios de la obra social, cuyo futuro es una incógnita. Los responsables de CC OO y UGT pidieron que se eviten las “soluciones traumáticas” en los ajustes de empleo. Unnim tiene 3.400 empleados y 600 oficinas en toda España, la mayor parte en Cataluña, una comunidad en la que BBVA tiene 3.000 trabajadores y 500 oficinas, por lo que las duplicidades son “importantes”, según UGT.
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