Bruselas quiere evitar que ningún joven pase más de cuatro meses inactivo

La Comisión Europea se ha propuesto que ningún joven pase más de cuatro meses inactivo, situación en la que actualmente hay 7,5 millones de jóvenes europeos, que ni tienen trabajo, ni estudian ni realizan algún tipo de prácticas. Para ello destinará 4 millones de euros de su presupuesto aunque ha advertido a los estados miembros que deben aprovechar mucho mejor el dinero del Fondo Social Europeo.

En concreto, 30.000 millones de euros del Fondo Social Europeo, aquellos que los Estados miembros pueden utilizar para programas de inserción laboral u otros fines sociales, siguen sin asignarse mientras el paro juvenil permanece por encima del 20% o del 50% en algunos países (léase España). Esta es la paradoja que ha articulado el discurso del Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en la presentación de la Iniciativa para las Oportunidades de los Jóvenes, pensada para reducir el desempleo juvenil. En una referencia al 15-M y a su visita a Bruselas en octubre, Barroso ha dicho que "hemos oído sus peticiones desde Madrid a Bruselas para participar en la sociedad europea. Esto empieza con encontrar un trabajo".

La Comisión, sin embargo, no tiene competencia en políticas de empleo por lo que el principal punto de la Iniciativa consiste en pedir que los Estados miembros, los sindicatos y las empresas unan sus fuerzas para reducir el desempleo juvenil. Bruselas considera que no se hace suficiente y esgrime como prueba de ello los 30.000 millones de euros sin asignar por falta de proyectos.

László Andor, Comisario de Trabajo y Asuntos Sociales, ha recordado que en Europa hay cinco millones de jóvenes que no encuentran empleo y muchos que emigran a Estados Unidos o a Asia para trabajar. El Comisario ha advertido de que existe el peligro de perder a toda una generación y ha señalado que la principal barrera para que los jóvenes se incorporen al mercado laboral es que se les exige una experiencia laboral que no pueden tener. Por ello, propone a los Estados políticas que fomenten las prácticas en empresas y que enfoquen los estudios hacia el mercado laboral, poniendo de ejemplo los sistemas de Austria o Luxemburgo.

Para Andor, España es el ejemplo de país que no ha aprovechado suficientemente los fondos sociales de la Unión Europea. Su receta es frenar el abandono escolar que se disparó con el auge de la construcción y el turismo y ofrecer posibilidades a los jóvenes sin empleo para que se formen.

Este último objetivo es el que se financiará directamente con fondos de la Comisión. En concreto, se destinarán 4 millones de euros para ese fin. A su vez, ha prometido ampliar el número de becas Erasmus, las ayudas para buscar trabajo en otro estado de la Unión Europea y las ayudas a los emprendedores así como proponer en 2012 un marco legal para regular las prácticas en empresas en toda Europa.

Al ser cuestionado por la utilidad de los miniempleos, Andor ha insistido en que no son la solución aunque en su opinión, pueden servir a corto plazo para algunos sectores concretos, siempre con la vista puesta a convertirlos en empleos de calidad.