El recurso de la banca española al BCE toca máximos por la restricción del crédito

El cierre de los mercados de crédito obligó a la banca española a aumentar en noviembre en un 28% el recurso a las medidas extraordinarias de liquidez del Banco Central Europeo. Tras este repunte, el total de dinero que las entidades españolas tenían pendiente de devolver al instituto emisor alcanzó los 97.970 millones de euros, con lo que recupera sus niveles más altos desde septiembre de 2010, según datos del Banco de España. No obstante, lo más llamativo llega a la hora de comparar el dinero solicitado desde España frente a todos los países del euro, ya que la apelación del sector español roza, con un 26,22%, el máximo que alcanzó en julio del pasado año.

A tenor de estos datos, las restricciones del crédito que atenazan con arrastrar a la eurozona a una dura recesión aumentan y están pasando factura al sistema español, que en situaciones de normalidad debería acaparar el equivalente a su peso en el eurosistema, que es del 12%, muy lejos del 26% con el que cerró noviembre. Para afrontar los estragos que está causando el recrudecimiento de la crisis de deuda, en especial en lo concerniente al incremento de la desconfianza entre las entidades, el BCE anunció el pasado jueves ayudas agresivas para reactivar el crédito.

Echando la vista atrás, el crédito solicitado por la banca española al organismo que preside Mario Draghi, que ya venía de marcar máximos anuales en octubre, es ya un 59,2% superior al registrado en noviembre de 2010 (61.527 millones). Sin embargo, todavía se mantiene por debajo del récord que alcanzó en julio de ese año, mes en el que se alcanzó el máximo de toda la serie histórica, que arranca en 1999, con 131.891 millones de euros.

Además, el importe que las entidades españolas aún tienen pendiente de liquidar frente al conjunto del Eurosistema se elevó en noviembre al 26,2%, cerca de siete puntos porcentuales más que en octubre y eso que las peticiones de la banca europea al BCE se redujeron en unos 7.500 millones frente al mes anterior hasta los 373.525 millones de euros. Esta cifra supone la más baja del último año y medio.

En otro signo del incremento de la desconfianza entre los bancos, el uso por parte de los bancos de las facilidades de depósito en el BCE aumenta un 17% hasta su nivel más alto desde junio de 2010 con 224.082 millones. Aunque el instituto emisor solo abonaba un 0,50% por estos depósitos a un día, las entidades prefieren optar por dejarlos en sus arcas antes que arriesgarse a dejárselo a otro banco pese a sacrificar rentabilidad. En diciembre, sin embargo, el interés por estos fondos ha bajado al 0,25%.

Con el regreso de la apelación a las facilidades de liquidez a los niveles registrados en los momentos más virulentos de la crisis fiscal del euro en verano de 2010, se confirma la fuerte relación que hay entre los problemas de financiación de la banca con las turbulencias en los mercados de deuda. En noviembre, las dificultades para llegar a un acuerdo entre la clase política europea llevó a los inversores y empresas a especular con una eventual ruptura de la eurozona. Este aumento de la incertidumbre pasó factura a España en términos de prima de riesgo, que es el diferencial entre lo que los invesores reclaman por su deuda frente a la alemana, de referencia por su estabilidad.

Ahora, tras el acuerdo del pasado viernes, este riesgo se diluye, pero habrá que esperar al dato de diciembre del crédito solicitado al BCE para confirmar una mejora en las condiciones de financiación. Precisamente, para aliviar los problemas en el sector financiero, la autoridad monetaria del euro anunció también la semana pasada varias medidas con vistas a aliviar las presiones. Así, prestará también dinero hasta en 36 meses y aceptará como garantía casi todo tipo de activos que están en el balance de los bancos a cambio. También ha ampliado las posibilidades e incentivos para captar liquidez en dólares ante las dificultades que encuentran las entidades europeas para que les presten sus homólogos de EE UU o Asia.