Los profesionales mejor remunerados se dedican a la energía, las finanzas y las comunicaciones
Casi la mitad de los asalariados públicos cobra más de 2.500 euros.- Las mujeres se concentran en las escalas más bajas
Las mejores remuneraciones en España se perciben en actividades ligadas al suministro de energía, a las finanzas y los seguros, así como a la información y las comunicaciones. Son los resultados del decil de salarios que ha hecho público el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de datos de la Encuesta de Población Activa, el mejor termómetro del mercado laboral. El trabajo clasifica los salarios españoles de 2010 en 10 peldaños, desde el menor (sueldos inferiores a 718 euros) hasta el más elevado (a partir de 3.257 euros). En todos los casos las remuneraciones son algo superiores a las registradas en 2009.
Frente a ese último peldaño de salarios más elevados, los más bajos corresponden a profesiones que habitualmente se asocian a remuneraciones modestas, como el empleo doméstico, la hostelería o las actividades administrativas, pero también a otras como las artísticas, recreativas y de entretenimiento.
El nivel de formación es clave respecto a las probabilidades de ocupar un nivel salarial más bajo o más elevado. Los analfabetos o personas con niveles educativos muy bajos se concentran en los niveles más bajos (hasta el decil cinco, correspondiente a 1.388 euros), mientras los más formados acaparan las escalas superiores. El caso más relevante es el de los doctorados. El 55% de ellos percibe una remuneración mínima de 3.257 euros, aunque hace un año el porcentaje de los que se situaban en este peldaño más favorecido era superior (el 57% de los doctorados). En general, el porcentaje de trabajadores situados ese último decil pierde peso respecto a 2009, mientras aumenta el de los que se concentran en los salarios más bajos. Un indicio de que en esta fase de la crisis ha colocado a un mayor número de trabajadores en categorías inferiores (y previsiblemente menos cualificados).
Otro aspecto relevante procede de la distinción entre trabajadores públicos y privados. La mayoría de los asalariados del sector público se sitúa en las categorías superiores, un hecho que el INE atribuye al mayor peso de esos empleados en estudios superiores, como los necesarios para trabajar en sanidad y educación. Con ese argumento como base, el 44% de los trabajadores públicos aparece en los dos últimos peldaños, con sueldos mínimos de 2.500 euros. Por el contrario, en el sector privado esas dos últimas escalas solo las ocupan el 14% de las personas con empleo. Sin embargo, mientras la tendencia en el sector público es decreciente (el porcentaje de trabajadores en el tramo más acaudalado ha caído en el último año, debido a la rebaja de sueldos públicos que ha sido más intensa en los niveles superiores), en el sector privado hubo en 2010 una ligera mejora en el porcentaje con mayor remuneración.
Por género, las mujeres siguen concentrándose en los niveles salariales más bajos, tanto si trabajan a tiempo completo como a tiempo parcial. El INE lo atribuye a la mayor concentración de mujeres en actividades peor remuneradas y a la mayor proporción de contratos temporales en este segmento de la población. El 31% de las mujeres se localizan en los dos deciles más bajos, frente a solo el 10% de los hombres. Por el contrario, el 24% de los hombres copan los dos tramos superiores, mientras en las mujeres ese porcentaje baja al 16%. La desigualdad, no obstante, es mayor en las escalas más bajas que en las más altas.
Por tramos de edad, los trabajadores más jóvenes tienden a concentrarse en los salarios más bajos, mientras que los de mayor edad tienen un peso relativo mayor entre los salarios más elevados.
Atendiendo a la nacionalidad, los extranjeros se concentran en los niveles salariales más bajos, al igual que los españoles con doble nacionalidad (si bien este colectivo, por su magnitud más limitada, puede presentar comportamientos más volátiles, arguye el INE).
Por comunidades autónomas, Madrid y País Vasco presentan proporciones relativamente más altas de salarios pertenecientes al decil más elevado.
Por el contrario, la mayor concentración de salarios correspondientes al primer decil (es decir, al tramo más bajo de remuneraciones) se produce en Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.
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