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El Banco Mundial pide al G-20 que aborde el precio de los alimentos

Millones de personas amenazadas de más hambre y malnutrición

El alza y la inestabilidad de los precios mundiales de los alimentos amenazan a millones de personas en los países más pobres, al tiempo que agudizan la tensión de la economía mundial, señala un informe del Banco Mundial (BM), que pide a los jefes de Estado del G-20, que se reúnen mañana en Cannes (Francia), que aborden el problema. El informe destaca que los precios han subido un 19% con respecto a septiembre de 2010.

"La prevención de crisis no se relaciona solo con bancos y deudas", declaró ayer el presidente del BM, Robert Zoellick, al presentar el documento e insistir en que el G-20 "puede y debería dar pasos" para confrontar las necesidades de millones de personas en el mundo que padecen diariamente hambre y malnutrición".

El precio de los alimentos llegó a su máximo el pasado febrero y desde entonces ha caído un 6%, pero pese a ello en el año comprendido entre septiembre de 2010 y 2011, los cereales aumentaron el 30%; el maíz subió el 43%; el arroz, el 26%; el trigo, el 16%, y el aceite de soja, el 26%. Estas alzas son especialmente preocupantes cuando todo apunta a que las reservas mundiales de trigo debían alcanzar en 2011-2012 un nivel record en 10 años y a un incremento del 4% en la producción mundial de maíz por el aumento de las cosechas de Argentina, Brasil, China, Rusia y Ucrania. También se prevé el crecimiento mundial del arroz por la favorable temporada monzónica de India.

Sin embargo, las terribles inundaciones que desde hace un mes padece Tailandia -las peores en 50 años- pueden añadir nueva volatilidad, a corto plazo, al mercado debido a las pérdidas estimadas de entre el 16% y el 24% de la producción total. Además, la inestable situación en el Cuerno de África agrava la crítica hambruna que afecta a 13,3 millones de personas en esa región.

Se espera que la Cumbre del G-20 apruebe medidas concretas para mejorar "la transparencia y coordinación de las políticas" de manera que se detecten y aborden los problemas a tiempo, además de "promover una agricultura más productiva y resistente al clima". Se espera también el compromiso de usar las reservar regionales para emergencias humanitarias.

"Cuando la población mundial alcanza la asombrosa cifra de 7.000 millones de habitantes, es más importante que nunca que la comunidad internacional articule sus acciones en torno a medidas para mejorar la seguridad alimentaria", señala el informe.

Entre los problemas estructurales que contribuyen al aumento del precio de los alimentos tiene una especial relevancia el crecimiento poblacional y el cambio en las dietas alimentarias de los habitantes de los grandes países emergentes -China, India, Brasil y Rusia-, así como la progresiva interacción entre los precios de los alimentos y la energía y la dedicación de tierras de cultivo a la producción de biocombustibles.

El Banco Mundial sugiere que aunque la crisis de la deuda y otras tribulaciones que afectan a la economía mundial pueden reducir la demanda de alimentos y con ello los precios, no por ello se beneficiarán los países más vulnerables, ya que llegará menos ayuda y se dedicarán menos fondos a la investigación y a técnicas agrícolas más productivas.

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