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La reforma de las pensiones

Empresas y organismos tendrán que cotizar por sus becarios desde el 1 de noviembre

El empleador pagará 42 euros al mes por prácticas remuneradas. -Los antiguos becarios podrán rescatar hasta dos años de prácticas como cotizados

El trabajo de becario dejará de estar oculto a los ojos de la Seguridad Social. Las empresas y los organismos públicos que empleen a becarios a cambio de una remuneración, sea cual sea su cuantía, tendrán que abonar 48 euros al mes por ellos a partir del próximo 1 de noviembre. De esta cifra, el empleador abonará 42 euros y el becario, los 6 euros restantes. El Ministerio de Trabajo calcula que unas 30.000 personas se podrán beneficiar ahora mismo de esta situación. Esta novedad, incluida en la reforma de las pensiones, se detallará en un decreto que ha aprobado hoy el Consejo de Ministros y que entrará en vigor el día 1.

Con esa cotización al régimen general de la Seguridad Social (por la base mínima), el trabajador tendrá la misma protección que el resto (aportación a la pensión, enfermedades comunes y profesionales, accidentes...) pero no al desempleo. El requisito es que se trate de prácticas remuneradas a cargo de universidades, fundaciones, organismos públicos o cualquier tipo de empresa.

El Gobierno confía en recaudar unos 18 millones con los pagos de las empresas y hasta 120 millones por la recuperación del periodo de becario
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La obligación de cotizar se produce desde el mismo mes de noviembre, pero para dar un cierto margen de adaptación a las empresas, la Seguridad Social permitirá aplazar la cuota de ese mes hasta el 31 de enero de 2012. El resto de cuotas deberán pagarse según el calendario reglamentario.

La medida elevará el número de cotizantes a la Seguridad Social por una vía que no es exactamente la de creación de empleo. Para evitar críticas y permitir diferenciar a estos nuevos cotizantes -de forma que puedan restarse-, el organismo público creará una cuenta especial de cotización donde encuadrar a este colectivo, que en adelante será muy superior a esos 30.000 que el Gobierno calcula que existen ahora. En base a esta cifra inicial, el departamento que dirige Valeriano Gómez prevé recaudar 18 millones de euros al año.

Además de generar el derecho a pensión de ahora en adelante, el decreto contempla también el rescate de hasta dos años cotizados para ciudadanos que en su día realizaran prácticas remuneradas sin recibir protección social, pues no existía obligación. Trabajo calcula que podrán acogerse a este supuesto entre 100.000 y 200.000 personas, que deberán hacerse cargo con carácter retroactivo de esa cotización (en este caso no cabrá reclamarla a la empresa). Con estos pagos, el Ministerio confía en que si unos 150.000 interesados se acogen a la medida ingresará unos 120 millones de euros durante el periodo en que esté en vigor.

Cada cotizante podrá recuperar hasta un máximo de dos años (si es que trabajó tanto tiempo como becario), sea cual sea su edad. Para ello deberá suscribir un convenio especial con la Seguridad Social -se podrá hacer desde el 1 de noviembre y hasta el 31 de diciembre de 2012- y abonar 150 euros por cada mes rescatado. Así, quien quiera anotarse como cotizado un año de prácticas remuneradas deberá abonar 1.800 euros en total -3.600 por el máximo de dos años-.

El pago no tendrá que desembolsarse de inmediato y en un único plazo, sino que podrá afrontarse en el doble de tiempo que se pretende rescatar. Por ejemplo, quienes recuperen cuatro meses podrán abonarlos en ocho; quienes soliciten el máximo de dos años podrán hacerlo en cuatro. Los pagos comenzarán a partir del próximo enero.

Lo más complejo será acreditar ese periodo que aspira a ser cotizado. De momento, la Seguridad Social exige un documento, firmado por la empresa u organismo que en su momento empleó al becario, que informe de que este realizó allí prácticas remuneradas. Si la empresa ya no existe o si se niega a facilitar el papel, la Seguridad Social recomienda dirigirse a sus oficinas para que sea la inspección la que rastree el caso. No obstante, el procedimiento se antoja complejo y probablemente el organismo tenga que ser flexible en el reconocimiento de las prácticas antiguas.

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