España coloca casi todo su objetivo de deuda a una menor rentabilidad

El Tesoro Público ha adjudicado 3.621 millones de euros en bonos a cinco años con un interés marginal del 4,518%, inferior al 4,891% de la anterior emisión de estas características, celebrada el 7 de julio. Se queda algo por debajo de su objetivo de 4.000 millones pero encadena ya tres subastas consecutivas con la rentabilidad a la baja. La demanda fue 1,76 veces superior a la oferta, ya que las entidades solicitaron 6.361 millones de euros, una proporción que no es muy alta comparada con la de la anterior subasta a estos plazos, de 2,85 veces la oferta.

Se trata de la primera emisión de bonos (medio y largo plazo) desde que el Banco Central Europeo (BCE) empezara a comprar deuda española e italiana en el mercado secundario (donde se negocian los títulos una vez emitidos) para reducir la presión financiera que estaban sufriendo ambos países. A mediados de mes España ya emitió letras a 12 y 18 meses y, como en la subasta de hoy, lo hizo a un menor interés que en la anterior ocasión, beneficiándose de la reducción de su prima de riesgo (diferencial de rentabilidad que ofrecen los bonos españoles a 10 años con respecto a los alemanes, de referencia) tras las compras del BCE.

La acción del Banco Central hizo pasar la prima española de los 400 puntos básicos -niveles nunca vistos desde la entrada en el euro- hasta los 280 en que se ha movido en las últimas tres semanas. Hoy, en los intantes previos a la subasta, la prima de riesgo ha subido algunos puntos básicos -como suele ocurrir a menudo antes de las emisiones, para que aumente la rentabilidad que han de ofrecer los Estados-, hasta 290 puntos básicos. Los bonos a 10 años se venden en el mercado secundario a un interés del 5,117%, la tasa más alta desde que el BCE iniciara sus compras.

El lunes el organismo confirmó que, por tercera semana seguida, ha intervenido en el mercado secundario de deuda pública de la zona del euro, en este caso mediante la compra de 6.651 millones de euros, una cantidad que está lejos de los 22.000 millones que adquirió en la segunda semana de agosto, pero que ha sido suficiente para mantener la tranquilidad de los inversores.