La red de oficinas de la banca se reduce hasta niveles de 2005

Las modificaciones que el sector financiero español está llevando a cabo por culpa de la crisis no solo afectan a la normativa contable del sector, sino también al aspecto de las propias entidades, tal y como ha sucedido con el cambio de nombre de algunas de ellas tras los diferentes procesos de integración, y a su expansión física, ya que se mantiene el cierre de oficinas. Así, aunque el proceso de reestructuración frena su ritmo con respecto a 2009, las 43.164 sucursales con los que contaba el sistema a cierre de 2010 supone volver a los niveles de 2005, según los datos publicados hoy por el Banco de España.

En aquella época, en pleno boom inmobiliario, las oficinas de bancos y cajas comenzaron a florecer en paralelo a la expansión nuevos barrios residenciales, donde es habitual encontrarse con sucursales de casi todas las entidades agrupadas incluso en la misma calle. El motivo, vender más hipotecas. Pero, de entonces hasta el pasado año, la venta de viviendas se ha frenado en seco y se han reducido los márgenes de negocio, con lo que la premisa ahora es la contraria, tal y como ha reclamado reiteradamente el Banco de España.

El resultado de este proceso de readaptación a la nueva situación del mercado ha hecho que los bancos, cajas y cooperativas de crédito cerrasen 1.191 sucursales en 2010, un 24% menos que en 2009, según los datos hechos públicos hoy por el Banco de España. No obstante, pese a esta moderación en el rimo de clausuras, se espera que para 2011 el número de cierres vuelva a aumentar a medida que se vayan materializando los procesos de integración puestos en marcha entre las cajas.

De hecho, las fusiones y la transformación de algunas de las cajas en bancos, como ha ocurrido con las intervenidas Caja Castilla-La Mancha -ahora Banco CCM- y Cajasur -que se ha integrado en BBK Bank- ha modificado también las estadísticas. El trasvase de las oficinas de estas dos entidades al sector de bancos ha tenido como resultado un aumento en el número de sucursales de la banca, mientras las de las cajas con más fuerza.

En concreto, los bancos tenían a finales del pasado diciembre 15.227 oficinas, 557 más que a cierre del tercer trimestre e incluso 453 más que a principios de 2010. Pese a ello, su presencia sigue siendo muy inferior a la de las cajas, que tenían 22.649 sucursales aunque el reparto del mercado español entre ambos tipos de entidades se reparte aproximadamente al 50%. Con respecto a los datos de principios de 2008, cuando los bancos alcanzaron su máximo en cuanto a número de oficinas y se dio el pistoletazo de salida al proceso de reestructuración, el recorte ha sido de 430 oficinas, un 2,7% menos.

Las cajas, por su parte, redujeron su red en 1.094 oficinas en el cuarto trimestre de 2010, con lo que a lo largo de todo el ejercicio cerraron unas 1.300. Desde los máximos alcanzados en el tercer trimestre de 2008, estas entidades han disminuido su red comercial en 2.352 sucursales, lo que supone un recorte del 9%, bastante superior al esfuerzo realizado por los bancos. Sin embargo, la incorporación de las oficinas de entidades que antes eran cajas y ahora son bancos distorsiona la comparación, según señalan desde fuentes del sector financiero.

Por tanto, el dato que sigue siendo válido para evaluar la evolución en el cierre de oficinas es el agregado del conjunto del sector. Así, los bancos, cajas y cooperativas de crédito han reducido su presencia en la calle en 2.813 locales, lo que equivale a un descenso del 6,1%.