Felipe González pide que se exija desembolsar el 60% en las operaciones de movimientos de capital

El expresidente del Gobierno, Felipe González, defendió ayer la necesidad de regular los mercados financieros y los movimientos especulativos de capital, si bien no con una tasa como propuso el nóbel James Tobin, sino con la obligación de desembolsar el 60% del total de la operación. González, que pronunció la conferencia inaugural del XI Congreso del Notariado, afirmó que la crisis "aún no ha pasado" y aseguró que por la "inflación incontenible" que provocan los movimientos de capital los mercados financieros volverán a "reventar otra vez".

"No hay manera de que en todos los mercados por los que se mueven los capitales haya una tasa para gravarlos", indicó el expresidente, que analizó la repercusión en el norte de África de los movimientos especulativos de capital en el sector de la alimentación y la agricultura con la compra a futuro de las cosechas y las con revueltas como las de la Guerra del Pan similares a las ocurridas en los siglos XVIII y XIX.

Según González, "la tasa Tobin resolvería todos los problemas de educación, hambre y salud" que existen en la actualidad en el mundo pero ante la imposibilidad de su aplicación propuso que se exija "el adelanto de un 60% del valor del movimiento de capitales" a quien lo realice.

González señaló que la crisis ha creado efectos devastadores en la economía real y aseguró que en España aún no se han hecho los deberes para sanear el mercado financiero. El expresidente dijo que hasta ahora se ha destinado sólo un 1% del PIB a este proceso de reconversión y saneamiento, y que en 1983 cuando él gobernaba se dedicó casi el 2% del PIB, creando entre otras medidas el fondo de garantía de depósitos. Insistió en que pese a todos los esfuerzos el funcionamiento del mercado financiero "no ha cambiado, y se siguen haciendo las mismas transacciones", salvo en la restricción del crédito para la economía real."No ha habido ninguna acción de gobernanza de ningún país", dijo González, quien insistió en que "el marco regulatorio no ha cambiado, salvo como Basilea III que exigirá más esfuerzo de capital". "No necesitamos un exceso de reglamentarismo, pero si normas claras", insistió Felipe González.

El expresidente valoró la figura del notario y mostró su disconformidad con la Sentencia del Tribunal Supremo que revocó diversos aspectos del Reglamento de la Organización y régimen del Notariado. Animó a los notarios, que mantendrán este congreso hasta el 28 de mayo de 2012, cuando se conmemora el 150 Aniversario de la Ley del Notariado, a que profundicen en el debate de "qué función tendría que tener el notariado para darle más previsibilidad y más rigor desde el punto de vista de la legalidad a las transacciones del mercado". "La desregulación ha hecho imprevisible el funcionamiento del mercado", dijo González, quien indicó que aunque "la economía puede ser economía de mercado", "la sociedad no puede ser una sociedad de mercado".

Felipe González animó a los notarios a debatir sobre la "autonomía de la voluntad y el mercado", y a definir la función del notariado en un mundo cada vez más cambiante por el desarrollo de las nuevas tecnologías, que ha afectado a las relaciones personales al acabar con las limitaciones de tiempo y espacio. En este sentido, comparó la Ley Sinde con un galgo que persigue a una liebre mecánica a la que nunca alcanza.