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Díaz Ferrán y Pascual culpan a IATA de la quiebra de Marsans

Los empresarios niegan en el juzgado su responsabilidad en el concurso de acreedores de la compañía

Los antiguos propietarios de Marsans, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, han afirmado que la compañía era "viable" y operó con una "velocidad de crucero magnífica" hasta que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) le retiró la licencia para vender billetes en abril de 2010, que fue su "estocada de muerte".

Los dos empresarios, que han explicado por primera vez en una sede judicial su versión sobre los problemas que ocasionó el concurso de acreedores de Marsans, también han exculpado a los miembros del consejo de administración de la compañía turística de cualquier responsabilidad en la insolvencia del grupo.

La administración concursal de la empresa sostiene que los consejeros de la compañía deben sufragar con sus bienes parte del agujero patrimonial de la compañía, ya que avalaron unas cuentas que reflejaban una "monstruosa desaparición de dinero de Marsans", que era una "fábrica de dinero para otras empresas del grupo".

Pascual ha negado que las cuentas del ejercicio 2008-2009 que firmaron los consejeros fueran "oscuras", ya que, a su juicio, reflejaban una situación "que era sana, en pleno desarrollo y sin ninguna actuación que pudiera poner en riesgo la actividad".

Pascual también ha sostenido que los consejeros "nunca" tomaron decisiones sobre la concesión de préstamos por valor de 221 millones de euros a Teinver, matriz del grupo turístico, que conocieron sólo cuando se les presentaron las cuentas anuales.

En cualquier caso, Díaz Ferrán ha sostenido que esos préstamos contaban con "garantías absolutamente suficientes" que respaldaban su devolución, que eran las acciones de la empresa de hoteles Hotetur, valorada en más de 180 millones de euros.

Ante la juez Ana María Gallego, tanto Díaz Ferrán como Pascual han insistido en que Marsans "no tenía ningún problema de liquidez hasta que la IATA le retiró la licencia".

"Es la verdad y la única realidad de lo que ha pasado en la compañía", ha sostenido Díaz Ferrán, que ha intentado demostrar la viabilidad de la empresa al señalar que varias entidades financieras le concedieron en enero de 2010 un préstamo sindicado por 35 millones de euros.

Antes, en diciembre de 2008, los dos empresarios habían recibido una oferta inicial de Orizonia para la venta del grupo Marsans por un importe superior a los 300 millones de euros.

"Me pareció una buena oferta", ha dicho Díaz Ferrán, que ha sostenido que el ofrecimiento se confirmó en junio de 2009 ante las buenas perspectivas de Marsans, que facturaba una media de 1.300 millones de euros anuales.

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