Apple aterriza en la Puerta del Sol
Después de abrir en las afueras, Apple toma el centro de Madrid y la plaza de Cataluña en Barcelona
La compañía tecnológica Apple abrirá su segunda tienda madrileña en los bajos del edificio de la Puerta del Sol, número 1, según fuentes próximas a la dirección. El edificio se encuentra en rehabilitación para albergar un hotel. Es propiedad de la familia de origen mexicano Díaz Estrada, dueña también del hotel Regina, en la calle de Alcalá, junto al Casino de Madrid. Un portavoz de Apple ha rehusado hacer comentarios porque se trata de un "tema confidencial". Y la consultora contratada para buscarle locales confiesa que tiene prohibido hablar.
Apple mantiene un riguroso secreto en sus lanzamientos de aparatos y aperturas de sus espacios comerciales y exige a sus empleados y clientes confidencialidad absoluta, como es el caso de la consultora inmobiliaria que le asesora en la búsqueda de los locales. Con su estrategia genera una gran expectativa hasta que en el día señalado sueltan la bomba .
La apertura de tiendas es relativamente reciente, aunque ha adquirido gran dimensión. Cuentan con 324 en 11 países: 237 en Estados Unidos, 29 en Reino Unido, 19 en Canadá, 10 en Australia, 7 en Japón, 5 en Francia, 4 en Alemania, Italia y China, 3 en Suiza y 2 en España.
Su gestión se realiza directamente desde la sede de la compañía en Copertino (California) a través de la división Apple Retail, a cargo de Peter Oppenheimer, vicepresidente de Apple y su responsable financiero, el mismo que figura al frente de Apple Retail Spain, SL. En la apertura de las dos primeras tiendas en España en septiembre pasado (La Maquinista de Barcelona y Xanadú en Madrid), el subdirector de Apple Retail, Steve Cano, adelantó que la compañía abriría 10 tiendas más. Cano explicó por qué estaban en centros comerciales alejados del centro: "Las tiendas en las calles mejor situadas de la ciudad tardan más en gestarse", y adelantó que entre las próximas aperturas (Puerta del Sol y plaza de Cataluña/paseo de Gracia en Barcelona) la enseña de la manzana no faltaría en el corazón de ambas ciudades.
La elección de los bajos del edificio, conocido como Tío Pepe por el anuncio indultado que lo corona, forma parte de esta estrategia y va ligada al destino del propio edificio protegido. Quedó desalojado hace más de cinco años y desde entonces sus propietarios, la familia Díaz Estrada, lo pusieron en venta sin éxito. Pidieron permiso para convertirlo en centro comercial, pero el Ayuntamiento solo les autorizaba a rehabilitarlo en su función original como hotel. Ni la propiedad ni el Ayuntamiento facilitan información sobre sus características. Helena Burstedt, directora de hoteles de la consultora Jones Lang LaSalle, cree que un hotel de tres estrellas con 180 habitaciones (en un rango de entre 150.000 y 200.000 euros la plaza) tendría una ocupación asegurada del 90% y dejaría espacio para amplios locales comerciales. Si es de cuatro, solo cabrían 130 unidades.
Los propietarios recibieron la aprobación del plan especial el pasado 28 de julio mientras la licencia de las obras, adjudicadas a la constructora San José "se encuentra en tramitación", sin más detalles, informa Juan Carlos Martínez . El edificio ocupa casi 944 metros cuadrados y dispone de siete plantas sobre rasante más sótano, con una edificabilidad de 6.673 metros cuadrados. Cuenta con un patio central cubierto con un lucernario. La fachada será restituida a su estado original.
Burstedt sostiene que la categoría que asignen al hotel y la enseña del espacio comercial determinarán la calidad del edificio y su entorno, que el Ayuntamiento quiere mejorar, a pesar del intenso ruido ambiental. Un restaurante contiguo ha cambiado seis veces de franquicia en 10 años.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.