El Banco de España augura un encarecimiento del crédito por la crisis de deuda
El diferencial frente a los bonos alemanes vuelve a superar los 200 puntos básicos por primera vez desde mediados de julio por las dudas sobre Irlanda
Los problemas que se abaten sobre las economías del euro con déficits excesivos han devuelto hoy a la deuda de España a los niveles previos a la publicación de las pruebas de resistencia a la banca en julio. Además, si la situación persiste, podría acabar provocando un encarecimiento del crédito para los españoles, según ha advertido hoy el Banco de España. Así, por primera vez en más de tres meses, la reaparición de la presión sobre los llamados países periféricos ha hecho que la prima de riesgo española superase los 200 puntos básicos, cerca del récord que marcó a mediados de junio en 221 puntos en plena tormenta griega y que solo amainó cuando se aprobó el multimillonario fondo de rescate de la UE y el FMI.
Este indicador es el que mejor refleja el grado de confianza que los inversores tienen frente a la deuda española y equivale a la prima que debe pagar el Tesoro a los inversores para que compren sus títulos frente a los alemanes, considerados como referente por su estabilidad y convertidos en valor refugio ante la reaparición de las turbulencias y la aversión al riesgo en los mercados. Al mismo tiempo, también condiciona la financiación del Estado y de las entidades financieras que operan desde su territorio ya que cuanto más aumenta la prima, más caro resulta acudir al mercado en busca de fondos.
Por este motivo, según advierte el Banco de España en su último boletín económico, la exigencia de rentabilidades más altas a los títulos que emiten tanto el Estado como los bancos para superar la creciente aversión al riesgo de los inversores "introduce un elemento de presión en el coste de la captación del pasivo", lo que "podría acabar trasladándose a los tipos de interés del crédito". Además, considera que las primas de riesgo que el mercado exige a los valores españoles continuarán siendo elevadas.
Alivio interrumpido
Desde la publicación de las pruebas a la banca, que acabaron con las sospechas de que la situación real de las entidades españolas era mucho peor de lo que se decía públicamente, la prima o riesgo país registró un importante alivio a lo largo de agosto. De hecho, llego a bajar a 137 puntos básicos a finales de julio. Esto, sumado a la credibilidad con la que se recibieron los planes de austeridad del Gobierno, permitieron a España poner tierra de por medio con respecto al grupo de cola de la crisis: Grecia, Irlanda y Portugal. Entonces, la mejora llevó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a dar por superados los problemas en un acto en Nueva York.
No obstante, a que el Estado español cuenta con el dinero suficiente para hacer frente a sus compromisos de pago más próximos, de que los ingresos por impuestos se están recuperando más rápido de lo previsto y de que, aunque no llegue al 6% de PIB que espera para 2011, los expertos admiten que se quedará cerca, la presión de los mercados no cesa. La razón, que los inversores ven con mucha preocupación la situación financiera de Irlanda, que ayer se comprometió a realizar un esfuerzo ímprobo para hacer frente a un déficit que este año se irá a un insostenible 32%, las dudas sobre su capacidad de crecer con tanto ahorro y los problemas políticos que están surgiendo, además del otrora Tigre celta, en Grecia y Portugal.
Además, las últimas decisiones de los dirigentes no hace sino añadir más leña al fuego. Sobre todo, la propuesta alemana de reformar el Tratado e instaurar las reestructuraciones de la deuda, una medida extrema que amenaza a Dublín y que se convertirá en inevitable como su Gobierno no se mueva más deprisa para volver a la sostenibilidad fiscal. A ello se suma la inyección del banco central estadounidense del miércoles y que ha aumentado el recorte del dólar frente al euro, lo que pone en un brete a la recuperación europea y, por extensión, a la de los países señalados por sus problemas de deuda.
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