González-Páramo respalda la idea de controlar el gasto de las comunidades
El consejero del BCE asegura que aún queda margen para subir impuestos y reprocha a Díaz-Ferrán que lo que hay que hacer es ser más productivos
El miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) José Manuel González Páramo se ha mostrado hoy a favor de controlar los gastos de las comunidades, una idea que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez puso sobre la mesa para reducir el déficit. "Elementos de coordinación (entre todas las administraciones) estrictos, legislados y transparentes serían un valor añadido importante para la credibilidad de las finanzas públicas españolas", ha asegurado.
En una entrevista a TVE en la que ha pasado revista a los problemas y retos que afronta la economía española y el Gobierno para superar la crisis, el consejero del BCE ha explicado que aunque España, al igual que otros países, reaccionó tarde, lo que ha supuesto un "mayor coste" en términos de actividad y empleo, ha valorado el ajuste del Ejecutivo. En su opinión y, en este caso, en contraste con la opinión de Fernández Ordóñez, González Páramo, el programa de sostenibilidad del Gobierno ya contiene un 'plan B', dado que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha reiterado en numerosas ocasiones que se tomarán las medidas adicionales para cumplir el objetivo de déficit si hay alguna desviación del presupuesto.
Pendientes de las previsiones
El mayor riesgo para ello, según señalan los organismos internacionales, es no alcanzar las previsiones de crecimiento con las que se han elaborado las cuentas del Estado, que distan en siete décimas del consenso de los expertos. Según ha admitido el miembro del instituto emisor, el 1,3% esperado por Economía está en el "rango de las más optimistas". Aunque él hubiera hecho algo diferente. Cuando se "está dando la batalla por ganar credibilidad, es mejor ser algo más conservador en las previsiones porque la probabilidad de sorpresa en el sentido negativo existe", se ha justificado. Dicho esto, ha admitido, no obstante, que los cálculos del departamento de Salgado "entran dentro del rango de lo que es factible".
Por si hay que adoptar nuevas medidas para asegurar el objetivo de déficit, González-Páramo considera que aún "hay márgenes" para la subida de impuestos en apartados como la fiscalidad medioambiental o la lucha contra el fraude, aunque con cuidado. Según ha explicado, las medidas de ajuste del déficit basadas en subidas impositivas tienen una duración "muy corta", por lo que en su opinión siempre es mejor acometer recortes del gasto.
Simplificar las cosas
Por otra parte, González-Páramo ha precisado las declaraciones del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz-Ferrán, asegurando que no se necesita trabajar más, sino "mejor y ser más productivos", a lo que ha añadido que si, finalmente, ello supone trabajar más horas dependerá de lo eficiente que se sea con el uso de las tecnologías. En declaraciones a TVE, González-Páramo ha indicado que afirmar, sin más, que es preciso trabajar más horas y cobrar menos, tal y como aseguró ayer Díaz Ferrán, es "simplificar" las cosas, si bien ha admitido que España es uno de los países del área del euro que más competitividad ha perdido en los últimos diez años.
No obstante, ha recordado que España es uno de los países del área del euro que más competitividad ha perdido en los últimos diez años. Por ejemplo, con respecto a Alemania, el recorte ha sido del 25% en la relación competitividad-precio durante la última década, ha afirmado antes de opinar que esto, sin duda, acabará pasando "factura" a la economía. En cuanto a la reforma laboral, ha informado que si se "bloquea", como piden los sindicatos, las perspectivas que tiene el empleo en España de recuperarse son "bastante limitadas". "Es evidente que el mercado laboral español es el más disfuncional de Europa, con una tasa de paro que es el doble de la media europea", ha argumentado el miembro del BCE para justificar la necesidad de cambops.
Sobre las pensiones, ha dicho que le llama la atención que se discuta la necesidad de ampliar la edad de jubilación a 67 años ya que, en su opinión, es de "pura responsabilidad" adaptar el momento de retiro a la esperanza de vida. "Es absolutamente de cajón restaurar la justicia intergeneracional en el sistema de pensiones", ha insistido.
