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Sector de la automoción

Los concesionarios de coches se quedan vacíos

Los vendedores comprenden la eliminación de las ayudas, pero critican la subida de impuestos

Ni ceros por ciento T.A.E., ni hasta 10.000 euros en 36 meses, ni nosotros pagamos la subida del IVA. Las múltiples ofertas y promociones que cuelgan de los escaparates de los concesionarios de coches no han podido mitigar el descenso de un 24% de las ventas en julio. Los comerciales asumen que vienen vacas flacas y aguardan tras sus mesas la escasa entrada de clientes. Comprenden, a pesar de todo, que las subvenciones del Gobierno no podían durar para siempre.

Alejandro Navarro, vendedor de Opel, achaca los malos resultados principalmente al "efecto psicológico negativo" que ha producido en los ciudadanos el anuncio del fin de las ayudas del Plan 2000E y la subida impositiva de dos puntos porcentuales, del 16% al 18%. Y justifica su apreciación explicando que hay modelos de coches que cuestan lo mismo ahora que hace dos meses, ya que la casa absorbe el impacto del incremento del IVA y ofrece descuentos similares a las subvenciones estatales para compras inmediatas. Es el caso, por ejemplo, del Corsa. Pero esto no ha impedido que a partir del uno de julio comenzara a entrar en la tienda "a lo mejor una persona en 48 horas. Fue de un día para otro. El uno de julio. Clavado".

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Alejandro entiende que es complicado mantener las ayudas, pero considera que no era el momento de subir los impuestos. "En mi opinión debe fomentarse el consumo, pero no solo de automóviles, sino en general. Hay otras formas de mejorar las cuentas públicas; que los gobernantes gasten menos en cenas en restaurantes de lujo", se queja. Asimismo cree "firmemente" que la situación pasará también factura en el ámbito de los costes laborales, principalmente en el departamento de ventas. "No llegar a los objetivos cuando la situación es positiva no es bueno, pero cuando es negativa, puede ser fatal", concluye. Y los objetivos de ventas ya se están dejando de cumplir. David Tendero, de Volkswagen, explica que en su concesionario se pasó de un 140% de objetivos de venta cumplidos en junio, a un 80% en julio. "Y ahora viene lo peor. El mes pasado se salvó un poco por la cartera de pedidos, pero ya veremos cómo viene agosto. Teníamos previsiones negativas, pero no tan malas como los datos de julio". El vendedor se muestra en cierta medida resignado ante la imposibilidad de mantener las ayudas estatales indefinidamente, y no descarta que tenga que haber despidos para ahorrar costes: "Si salimos de esta estaremos escarmentados de cara al futuro. La gente lo pensará dos veces antes de endeudarse y no viviremos por encima de nuestras posibilidades".

En otro concesionario escaso de clientela en estos primeros días agosto, pero repleto de ofertas, Alberto García, comercial de Seat, insiste en la tesis del efecto psicológico. Cuenta que el aumento del IVA supone una media de 300 euros sobre el importe de los vehículos que ofrecen -la asociación de fabricantes Anfac habla de unos 450 en el conjunto del sector-, una cantidad que no considera tan elevada como para ocasionar el freno de ventas del mes pasado. "Yo llevo 14 años trabajando en esto y jamás he visto el nivel de promociones y descuentos que hay ahora". Una mirada al local sirve para corroborar que no miente. Un vistazo a la puerta, inmóvil, para intuir que tampoco lo hace cuando afirma que de las 268 personas que entraron en junio se pasó a 142 en el mes pesado. "Esperemos que tiren del negocio las empresas y el renting, porque con los particulares estamos mal". Alberto también coincide en criticar la subida impositiva y en tildar de inevitable la retirada de las ayudas: "El Estado ahora no está para dar incentivos, pero si la cosa ya estaba mal, no era el momento de subir más los impuestos. Por lo que hablamos la gente del sector, creemos que un parte ya está empezando a sentir las consecuencias a nivel laboral. Las empresas que no estén muy saneadas tendrán que ajustar sus presupuestos".

Y como la coyuntura económica no afecta a todos por igual, Ricardo Rincón, de la oficina de ventas de BMW, explica que los resultados vienen siendo negativos desde hace meses y julio no ha sido especialmente peor que otros. "Ni el efecto de las subvenciones fue tan positivo para nosotros ni tan negativo el de su eliminación". Comprensible, teniendo en cuenta que el precio máximo de venta de un vehículo para acogerse al Plan 2000E era de 30.000 euros, y la media de los coches que vende Ricardo se sitúa en 36.000. Eso sí, unos metros más abajo de la misma calle, en el concesionario BMW de vehículos de ocasión, la cosa cambia. Cuentan que julio, normalmente el mejor mes del año, esta vez ha sido peor que nunca. Cuanto más se acercaban los precios a ser asequibles para los bolsillos estrechos, más han descendido las ventas tras la subida del IVA y el fin del Plan 2000E. El efecto psicológico tampoco afecta a todos por igual.

El escaparate de un concesionario en la calle Bravo Murillo de Madrid
El escaparate de un concesionario en la calle Bravo Murillo de MadridÁLVARO GARCÍA

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